Islandia ha dado un ejemplo de cómo anticiparse a la pandemia de COVID-19 al realizar a más personas que ningún otro país el test para detectar la enfermedad, iniciando las pruebas un mes antes de confirmar su primer caso.
En una publicación el martes en la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine, investigadores de universidades islandesas y deCODE Genetics -subsidiaria del gigante de biotecnología Amgen-, difundieron los resultados de un programa de detección general lanzado el 31 de enero.
Esto es, antes de que la enfermedad causada por el virus hubiera sido incluso bautizada COVID-19, y más de un mes antes de que se declarara la pandemia mundial.
El estudio incluyó dos pruebas. La primera, a partir del 31 de enero, se dirigió a personas con síntomas de infección por coronavirus; a quienes habían viajado a zonas de alto riesgo, inicialmente China y las regiones de los Alpes de Austria, Italia y Suiza; y a personas que habían estado en contacto con otras infectadas con el virus.
A fines de marzo, el 13.3% entre más de 9,000 personas que fueron examinadas en este grupo dieron positivo. En Islandia, el primer caso de infección fue confirmado el 28 de febrero.
En una segunda tanda de pruebas, iniciada el 13 de marzo, deCODE Genetics analizó a la población general sin síntomas de coronavirus o con síntomas leves, como los de un resfriado común, y que no estaban en cuarentena. Aquí, la proporción de casos positivos fue mucho menor: entre 0.6% y 0.8%.
Hasta ahora, Islandia ha realizado pruebas a 36,000 personas, un 10% de su población. Eso lo convierte en el líder mundial en pruebas per cápita, equivalente a 10 veces más que Corea del Sur, que ha sido elogiado en el mundo por actuar rápidamente para evaluar a su población a medida que se propagaba el virus. El país asiático ha realizado 10 pruebas por cada 1,000 habitantes, según el sitio Our World in Data.
Detección de asintomáticos
El agresivo programa de pruebas en Islandia aparentemente ayudó a frenar la propagación del virus, al permitir a las autoridades de salud detectar a personas infectadas y contagiosas que no tenían síntomas o pensaban que solo tenían un resfriado o gripe.
Los que dieron positivo tuvieron que autoaislarse en sus casas hasta 10 días después de que la fiebre había disminuido o hasta que dieron negativo para el virus. También se ordenó cuarentena de dos semanas a todos los que habían estado en contacto con ellos.
Esto demuestra que si las personas que terminaron siendo casos confirmados de coronavirus no hubieran sido evaluadas, probablemente no se habrían puesto en cuarentena y habrían infectado a otros sin saberlo.
A diferencia de otros países, Islandia se abstuvo de cerrar sus guarderías y escuelas primarias. Las escuelas secundarias y universidades cerraron el 16 de marzo, seguidas de piscinas, estadios deportivos, cines, bares y restaurantes.
Hasta ahora, Islandia ha detectado 1,720 casos del virus, cifra que es proporcionalmente más alta en comparación con países que solo evalúan a las personas hospitalizadas. Pero su tasa de muertos por coronavirus de solo ocho personas es per cápita solo una décima parte de la de Francia, por ejemplo.
El gobierno de Islandia cree que ya pasó el pico de la pandemia que está arrasando el mundo, y planea reabrir escuelas secundarias, universidades, museos y salones de belleza el 4 de mayo.
El estudio arrojó otro hallazgo interesante: un 43% de las personas que dieron positivo no tuvieron síntomas o no tenían síntomas en el momento de la prueba. Esto proporciona evidencia adicional de que muchos portadores del virus son asintomáticos o presintomáticos.