Un estudiante de la fuerza aérea de Arabia Saudita abrió fuego en una base militar en Florida, donde mató a tres personas antes de ser abatido por la policía en un tiroteo por el que el rey saudí ofreció sus condolencias al presidente estadounidense, Donald Trump.
El tiroteo, que tuvo lugar en la Estación Aérea Naval de la ciudad de Pensacola, en el noroeste de Florida, dejó además siete heridos, entre ellos dos policías que respondieron al ataque. Uno resultó herido en una rodilla y otro en el brazo, y se espera que se recuperen.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que el atacante venía de Arabia Saudita, la misma nacionalidad de 15 de los 19 hombres que estuvieron involucrados en los ataques del 11 de septiembre de 2001, algunos de los cuales habían estudiado en Florida.
«Creo que obviamente habrá muchas interrogantes sobre el hecho de que este individuo haya sido un extranjero y formara parte de la fuerza aérea saudí, y que estuviera entrenando en nuestro suelo», dijo DeSantis en una conferencia de prensa.
«Obviamente, el gobierno de Arabia Saudita necesita aliviar a estas víctimas. Y pienso que tendrán una deuda aquí puesto que [el atacante] es uno de sus individuos», añadió.
El comandante Timothy Kinsella dijo que el atacante, cuyo nombre las autoridades no han revelado, era un estudiante de la aviación, uno de las «dos centenas» de estudiantes internacionales de la base militar.
«El rey Salmán de Arabia Saudita acaba de llamar para expresar sus sinceras condolencias», tuiteó el presidente Trump.
«El rey dijo que los sauditas están enojados por las acciones salvajes de este atacante, y que esta persona de ninguna manera representa los sentimientos de los ciudadanos saudíes, que aman a los estadounidenses», añadió.
El tiroteo comenzó cerca de las 06H30 locales (12H30 GMT) en la base militar de la ciudad playera de Pensacola, de unos 53,000 habitantes, informó el comisario del condado de Escambia, David Morgan. Uno de sus oficiales mató al atacante, que portaba un arma corta.
«Caminar por la escena del crimen fue como estar en el escenario de una película», describió el comisario. «Uno no espera que esto pase en casa (…), pero ocurrió».
La base naval, que consiste básicamente en salones de clase, permanece bloqueada.
«Es un día trágico para la ciudad de Pensacola», dijo el alcalde Grover Robinson.
Participan en la investigación agencias federales, entre ellas el FBI y la oficina a cargo de armas y explosivos.
Aterrorizados en casa
Si bien los tiroteos masivos son una ocurrencia común en Estados Unidos, es infrecuente que ocurran en instalaciones militares.
Cada tiroteo atiza el debate sobre el control de armas en Estados Unidos, cuya constitución garantiza el derecho a tenerlas y portarlas.
«Nuestros veteranos de guerra y militares activos ponen sus vidas en riesgo para protegernos en el extranjero, no deberíamos sentirnos aterrorizados por la violencia armada en casa», denunció en un comunicado Cindy Martin, una voluntaria del capítulo de Florida de Moms Demand Action (Madres que exigen acciones) cuya hija trabaja en la base naval.
Este episodio ocurre dos días después de que dos personas murieran el miércoles en la base de Pearl Harbour, en Hawái, a manos de un marinero que abrió fuego y luego se pegó un tiro en la cabeza.
El jueves también ocurrió un tiroteo en el sur de Florida, en Miramar, al norte de Miami, en otra escena digna de Hollywood.
Dos ladrones de una joyería se dieron a la fuga al caer la tarde y protagonizaron una persecución que terminó en la muerte de cuatro personas en plena vía, entre ellas un conductor de correos que había sido secuestrado por ellos y un transeúnte.
La estación naval y aérea de Pensacola tiene un personal de 16,000 militares y 6,000 civiles y es casa de un escuadrón de demostración de vuelos.
Es un lugar de entrenamiento inicial para pilotos navales y es conocido como «la cuna de la aviación naval».