Meghan Markle regresa a su natal Los Ángeles acompañada del príncipe Enrique de Inglaterra y su hijo Archie, con quienes comienza una nueva vida fuera de la familia real británica.
La pareja, que este martes deja oficialmente sus funciones como miembros de la realeza, ya está supuestamente en la soleada California, golpeada por la pandemia del nuevo coronavirus.
La prensa especializada indica que se están quedando en un complejo residencial en Malibú, la exclusiva zona de plaza a las afueras de Los Ángeles y favorita por grandes estrellas y magnates de Hollywood.
Aún está por verse qué hará la pareja para forjarse la nueva vida «financieramente independiente» por la que abandonaron la familia real.
Las opciones de Meghan parecen ser más sencillas. Es una especie de regreso a casa: creció en Los Ángeles, su madre aún vive en la capital del entretenimiento, donde además tiene muchos contactos de sus días de actriz.
«Creo que Meghan seguirá trabajando en el mundo del espectáculo de una forma u otra», dijo el experto en celebridades Jeetendr Sehdev.
«Es un activo de venta único… Meghan, al fin y al cabo, ha venido de la industria del entretenimiento. No querrá negar su ADN».
Princesa de Disney
Aunque Sehdev cree que es «improbable» que vuelva a actuar, Meghan «podría presentar documentales, dar su voz en off» para producciones.
Antes de dejar Gran Bretaña, Meghan ya había narrado un documental de vida silvestre para Disney -una compañía para la que puede ser muy atractiva dado su pasado real.
«El hecho de que fuera una princesa, a la gente le gusta esa idea», dijo el productor y periodista de Los Ángeles, Simon Thompson. «Aunque ya no sean parte de la familia real, la gente seguirá poniéndole esa marca… es ideal para alinearse con cosas como Disney».
Otros gigantes del entretenimiento, incluida Netflix, ya expresaron interés en trabajar con ella.
Pero si volviera a actuar, Meghan probablemente tendrá que ser muy selectiva con los roles que le ofrezcan, añadió Thompson.
«Creo que recibirá grandes ofertas», dijo. «Realmente depende de si quiere seguir siendo vista como una celebridad o como una activista del cambio».
«180 grados»
Para Enrique, la decisión de cortar los lazos familiares y mudarse a miles de kilómetros representa una zambullida en lo desconocido.
«No veo una adaptación natural para alguien como Enrique en Hollywood – pero eso no quiere decir que no se adapte», dijo Sehdev, autor del libro «The Kim Kardashian Principle».
«La marca de la familia real fue programada para ser opaca. Todo es tan controlado, planificado y fabricado que no sabemos realmente quiénes son estas personas».
Discursos, ofertas de libros y entrevistas, incluyendo las famosas alfombras rojas de Hollywood, podrían ser opciones para corregir eso, dijo Sehdev.
«Va a tener que dar un giro de 180 grados y tomar una hoja del libro de Kim Kardashian, de los ‘influencers’ de los reality shows, y decir ‘voy a abrir mi vida, dejarte entrar y mostrar quién realmente soy'».
La pareja también podría emular a la familia Obama con una compañía de producción, sugirió Thompson -una estrategia que permitiría a ambos destacar causas importantes para ellos como el cuidado de los veteranos, la salud mental y el medio ambiente.
«Vida de celebridades»
Otra decisión que enfrenta la pareja es dónde vivir.
Con la madre de Meghan viviendo en la ciudad, comunidades cerradas y calles privadas de barrios ricos como Brentwood o Beverly Hills podrían ser atractivas.
«No creo que vayamos a verlos por ahí en el corazón de Hollywood o viviendo en el centro de la ciudad», dijo Thompson. «Eso sería una pesadilla logística».
El presidente Donald Trump ha insistido en que los contribuyentes no pagarán por la seguridad de la pareja, que respondió a través de un portavoz, que «no tenían planes de pedir al gobierno» que asumiera esa tarea.
Calabasas -un refugio suburbano montañoso donde reside el clan Kardashian- podría ser otra opción, dijo Sehdev.
«Es justo decir que querrán vivir la vida de las celebridades».