Gonzalo Marroquín Godoy
¿Originales o ridículos? Ni Neto Bran ni el 3Kiebres con su famosa Pelea del año, dignifican la ya maltrecha imagen de los servidores públicos. Populismo en grado sumo.
Lo único que nos faltaba entre la enorme fauna política que ha llevado a las instituciones públicas a los niveles en que se encuentran, es que surgieran dos populistas de bajo nivel, anunciando que se subirán a un ring para demostrar quién de los dos –los alcaldes Neto Bran (de Mixco) o Javier Javier (3Kiebres, de Ipala) es el más bueno para las trompadas en medio de la tragicomedia que vivimos los guatemaltecos.
Al parecer quieren dar más circo al pueblo, sabiendo que a muchos les gustan este tipo de payasadas y hasta irán verlos o estarán pendientes de las transmisiones y noticias que puedan darse en los medios de comunicación. Apelarán al más puro populismo, el de decir o hacer lo que quieren las masas, sin importar lo mucho en que contribuyen a desprestigiar lo poco que le queda a la imagen de servidor público o político.
La justificación que presentan, también populista, es que uno construirá un asilo de ancianos con el dinero que producirá la famosa pelea y el otro dará el dinero para los bomberos mixqueños. La verdad, ambas causas son loables, lo que no lo es, es el tener que recurrir a la burda Pelea del año, para hacerse de esos recursos.
Ser alcalde, en cualquier municipalidad, significa llevar la representación del pueblo que los ha elegido para que trabajen con seriedad en solucionar los problemas de la comunidad, en vez de pasar tiempo entrenando y pensando en la estrategia para que Neto ponga KO a 3Kiebres o viceversa.
La función de alcalde o funcionario público se ha visto desprestigiada por los muchos corruptos que llegan a cargos públicos. Otras veces se ha desprestigiado el cargo por la mediocridad y hasta incapacidad de quienes los ostentan. Se dice que algo es indigno, cuando lo que se hace es inferior a la calidad y mérito de alguien o no corresponde a sus circunstancias. Esto dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Por si quedan dudas, se trata de una actividad que es indigna de un alcalde o funcionario público.
De un político de altura se espera que encuentre la manera para que la comuna que dirige –en este caso, la de Mixco o Ipala–, encuentre la manera correcta para llevar a cabo las obras o actividades que tiene que desarrollar por obligación, es decir, construir asilos o hacer que operen adecuadamente los bomberos.
Ya mucho se había comentado cuando Jimmy Morales, en su calidad de Comandante General de las Fuerzas Armadas, se puso a marchar –como si fuera actor cómico en ese momento– en un acto en el que tenía la jerarquía de Presidente Constitucional de la República, y no era el soldado Morales, de la serie Moralejas. Eso fue indigno para su cargo.
Y ahora estos dos cuestionados personajes de la política atraen las luces hacia su escenario vergonzoso.
Neto Bran ya tiene acostumbrados a los mixqueños con sus payasadas. No hay que olvidar que se disfraza constantemente de Iroman, ante el delirio de personas que no alcanzan a entender que lo que hace es la demagogia populista más burda. Se disfraza también para ir a visitar niños a hospitales, lo que le provoca aplausos, cuando en realidad, lo correcto sería que se presentara ante los pequeños como un responsable alcalde y que otra persona hiciera del personaje de comedia.
El problema de fondo es que ni Neto Bran ni el Tres Quiebres –que además así se debiera escribir– están dignificando la actividad a la que se dedican. Están, eso si, haciendo ver el nivel de políticos que tenemos en el país.
Por supuesto que no darán marcha atrás con este show de mala muerte. Sin embargo, si debiera llamarnos a la reflexión la payasada que está por verse. Debiéramos pensar si los guatemaltecos no nos merecemos algo mejor. Esta pelea no es más que otra muestra de la clase de políticos que hay en el país. Triste ejemplo.
Muchas veces se ha censurado a diputados por pleitos bochornosos en el Congreso, en donde ha habido muchas veces jalones y trompadas, cuando no insultos y hasta el lanzamiento de un vaso de agua en alguno de ellos. Eso ha sido vergonzoso, de la misma manera que esta fantochada de pelea que se dará en enero próximo.
Es triste que estos dos alcaldes no se den cuenta de lo bajo que caen con el reto y luego la pelea, pero más triste que se aprovechen de la falta de madurez política de muchos guatemaltecos. Esa inmadurez la utilizan de manera populista para intentar ganar más seguidores y simpatías, sabiendo que quienes les aplauden no son más que personas que no entienden la seriedad de la política. Son ellos los primeros que debieran entender que ser político es cosa de hombres y mujeres con dignidad. Es un hecho más para comprender por qué estamos como estamos… por eso nunca progresamos.