Gonzalo Marroquín Godoy
El presidente Jimmy Morales y algunos de sus ministros son expertos en decir disparates que provocan este sentimiento entre guatemaltecos.
Les cuento una historia que no me creen los senadores en Estados Unidos, Guatemala es el único país que persigue aviones de cocaína con camión ¿y saben qué es lo más chilero? los atrapa, esas son las historias y leyendas de Guatemala. Esta frase la dijo en un discurso en Quetzaltenango el presidente Jimmy Morales en septiembre de 2018.
En una entrevista con el New York Times en 2016, nuestro gobernante ofreció al presidente Donald Trump mano de obra barata para construir el muro de la vergüenza contra la inmigración, y aún insistió en su broma de mal gusto, repitiendo: tenemos mano de obra barata en el país.
En junio de este año, cuando ya había noticias sobre el mal trato a migrantes –con varios guatemaltecos muertos, incluyendo niños–, la canciller Sandra Jovel dijo a la prensa que Ellos –el gobierno del presidente Trump– reconocen que hay un trabajo conjunto que tenemos que seguir haciendo y nosotros agradecemos el trato que les están dando (a los migrantes guatemaltecos). Todo el mundo critica las muertes y mal trato a migrantes, mientras la ministra lo ve como algo para agradecer.
Ahora sale el ministro de la defensa, Luis Ralda, con el disparate que al vicepresidente Jafeth Cabrera y el vocero del Ejército Oscar Pérez, les preguntaron si se iba a hacer una compra y es una adquisición… es cuestión de interpretación, porque después dicen que fue una compra, cuando fue una adquisición. Esta parece ser la genial defensa que tienen las autoridades para explicar que la ilegal e innecesaria compra en secreto de los avioncitos Pampa III a la Argentina se enmarca legalmente dentro de un convenio firmado entre ambos gobiernos, el cual –¡además! no contempla la compra o venta de equipo militar–.
Lo que no sabía el ministro –evidentemente–, es que compra y adquisición son sinónimos, es decir, tienen el mismo significado, por lo que en nada cambia cual de las dos se quiera utilizar en la jerga oficial. ¿Tontería del ministro o nos piensa tontos a todos? No lo sé, pero hace quedar mal al país y a todos los guatemaltecos.
Es penoso que estas frases, posturas y uso gramatical que asumen
nuestras autoridades trascienden a nivel internacional. Claro que a quienes más les debería dar
vergüenza es a ellos, pero finalmente terminamos los guatemaltecos sintiendo esa
vergüenza ajena, quee se reconoce existe a nivel global
cuando ciertos personajes hablan en realidad disparates, ya sea por babosos o
porque creen que pueden babosearnos.
Los camiones persiguiendo aviones narcos puede convertirse ahora en un meme –o boomerang– simpático sobre Jimmy Morales, porque cualquiera podría decirle que para qué quiere aviones para perseguir a narcos, si el Ejército de Guatemala puede hacerlo –como él mismo asegura– ¡con camiones!.
He escuchado muchas voces que defienden que nuestro ejército se modernice. Es tema para debatir, pero es interesante ver que Costa Rica, un país sin fuerzas armadas, cuida su espacio aéreo con aviones bimotor y avionetas Cessna, entre otros aparatos. Pero además, los ticos no tienen el abismo socioeconómico que hay en nuestra linda Guatemala.
Con todas las aeronaves que se han incautado, la fuerza aérea ya podría tener algún grado de movilidad para esta lucha que, aun con dos Pampa III –aviones que son diseñados para entrenamiento de pilotos– seguirá siendo desigual, en la medida que el país avance a ser un narcoestado, como ya se ha visto con tantas instituciones –entre ellas el Ejército–infiltradas por los famosos cárteles, hoy conocidos por las series de TV, pero muy reales en nuestro país.
Volviendo a las frases o actitudes que nos causan vergüenza ajena, cabe destacar el papelón del Tribunal Supremo Electoral, de haber llegado al escrutinio de las pasadas elecciones con un programa –software– que solamente podía recoger información de un máximo de 20 partidos, cuando todo el mundo sabía desde hace más de 8 meses que serían al menos 28 partidos participantes, sin tomar en cuenta los comités cívicos.
Esta actitud es también para sumarla al penoso repertorio que se ha registrado durante los últimos años.
Pero para cerrar con broche de oro, veamos como nuestro presidente mira la justicia.
Para él, si un funcionario viola las leyes y cae en casos de corrupción u otro delito, no debe ser perseguido. ¡Si!, eso cree firmemente el gran luchador contra la corrupción –como dijo Sandra Jovel ante la OEA–. Veamos como piensa Jimmy Morales que se debe combatir la corrupción. Esto dijo –y repitió dos veces–, en un discurso: … Y si alguien está haciendo actos de corrupción, que se persiga el delito, pero que no se persiga a personas, porque la justicia es para perseguir el delito, no a las personas.
Da vergüenza ajena, escuchar esta frase del presidente… ¿Tontería o postura para favorecer la impunidad?