Hoy, en muchas ciudades se apaga la luz en la hora del Planeta; aquí, se piensa en apagar la Justicia…
Cerca de 7.000 ciudades en el mundo se han comprometido formalmente a promocionar y participar en #laHoradelPlaneta, un movimiento ambiental que nació hace 11 años, enfocado a crear conciencia en la humanidad sobre la necesidad de consumir menos y respetar nuestro medio ambiente, con la finalidad de contrarrestar los efectos del cambio climático.
Es una lástima que en Guatemala las autoridades no se involucren 100% con esta iniciativa. En efecto, algunas entidades y personas individuales procederán hoy a participar del apagón de 8:00 a 9:00 PM, pero la participación no ha sido antes masiva. De todas formas, el apagón tendrá lugar hoy y es loable que se haga. Grandes monumentos mundiales, edificios simbólicos, y millones de hogares, harán que el planeta se vea esta noche menos brillante durante una hora.
¡Bravo por la iniciativa!.
Ahora veamos lo que sucede en nuestro país. Al parecer, el presidente Jimmy Morales está pensando también en provocar un apagón, pero no precisamente de electricidad, sino dirigido a la Justicia.
Sus declaraciones el jueves sobre el supuesto apoyo que ha brindado a la CICIG, parecen más bien una amenaza velada contra el comisionado Iván Velázquez, ese fiscal colombiano que ha contribuido ¡muchísimo!, con la lucha contra la corrupción y la impunidad en Guatemala.
¿Qué sentido tiene advertir al Comisionado –si no es amenaza– que debe cumplir con su trabajo, porque de lo contrario él puede pedir su retiro?
Me parece que el Presidente tenía muchas ganas de enviar un mensaje a Velásquez y no se pudo contener, o se ha dejado asesorar mal. Por supuesto que es de humano estar molesto con la CICIG y el Ministerio Público –seguramente también con la Fiscal General Thelma Aldana–, tras la captura y proceso contra su hijo y hermano. Sin embargo, por su alto cargo, se espera de él una actitud por encima de cualquier malestar personal, sobre todo, cuando el interés es nacional.
Pensemos: ¿qué sucedería en el país si no estuviera la CICIG y se debilita al MP? Muy sencillo. Nos encontraríamos con un panorama aterrador, en donde la clase política volvería a empoderarse, la corrupción se desbordaría bajo un manto de impunidad, el crimen organizado celebraría y las instituciones, ya de por sí debilitadas, terminarían peor. Por supuesto la conflictividad social solo podría ir de mal en peor.
Es un escenario casi apocalíptico. Si ahora el país parece estar en medio de una tormenta que genera temor e incertidumbre, un apagón de esa naturaleza sería catastrófico. El presidente Morales tiene tareas más importantes que ponerse a buscarle errores al comisionado Velásquez. Para empezar, sería de vital importancia que limpiara radicalmente la Secretaría de Bienestar Social, llena de asesores, amigotes e inútiles, causa –entre otras– de las tragedias recientemente ocurridas en el correccional –Etapa 2– y el centro de protección a menores –¿Hogar Seguro?– en San José Pinula.
Eso, solo para citar una de las que debieran ser sus prioridades, porque luego podría hacerse una lista tan larga como se quiera, precisamente porque el país ha vivido y ¡y sigue! dando tumbos.
El único apagón positivo que se me viene a la mente es el de esta noche. Después, los apagones, sin sinónimo de falta de luz, oscuridad, penumbra y, por lo tanto, falta de transparencia. Es lindo soñar con un país en el que se dejan por un lado las actitudes mezquinas, el revanchismo, la confrontación y la desconfianza.
¡Apaguemos la luz una hora!