Barack Obama y Raúl Castro se reúnen en el Palacio de la Revolución, en La Habana. La cita comenzó con un apretón de manos, que fue registrado por las cámaras de los medios de todo el mundo y que simbolizó el progresivo deshielo de las relaciones diplomáticas.
La apretada agenda del segundo día de Barack Obama comenzó cuando a las 10:25, hora local, bajó del vehículo oficial y, luego de escuchar los himnos de Estados Unidos y Cuba, rindió homenaje a José Martí. El presidente de Estados Unidos cumplió con la protocolaria ceremonia de la ofrenda floral ante el monumento del héroe nacional cubano y prócer independentista, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.
Este encuentro histórico ha hecho posible gracias a que, en diciembre de 2014, EE.UU. y Cuba acordaron restablecer sus relaciones diplomáticas, algo que se consiguió de manera oficial en verano de 2015, cuando abrieron sus respectivas embajadas en Washington y La Habana.
A partir de entonces, comenzó ‘el deshielo’ en otros ámbito, como el turismo, la comunicación aérea y los sectores financiero y comercial. Además, el país caribeño dejó de integrar la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Sin embargo, aún existen algunos obstáculos que impiden el acercamiento pleno entre EE.UU. y Cuba, como el bloqueo económico norteamericano y la base naval de la bahía de Guantánamo.