Desde hace diez años Islandia conserva como un tesoro un menú de McDonald’s, el último antes de que la cadena cerrara sus restaurantes en el país por la crisis, una agonía retransmitida en directo por internet.
En 2009, tras 16 años en el país, McDonald’s cerró su último restaurante por el hundimiento económico e Islandia se convirtió en uno de los pocos países de Europa occidental sin presencia de la marca.
El 31 de octubre de ese año, poco antes de que cerraran los tres restaurantes que todavía funcionaban en Islandia, Hjörtur Smarason compró un menú y decidió conservarlo dentro de una campana de cristal.
«Decidí comprarlo por el valor histórico que representaba», explica a la AFP este responsable de comunicación de una empresa especializada en el turismo espacial. «Había oído decir que la cocina de McDonald’s no se descompone nunca y quería comprobarlo», explica.
La hamburguesa, acompañada de una ración de patatas fritas, fue trasladada al museo nacional de Islandia y luego a un albergue de Reykjavik.
Hoy está expuesta como si fuera una obra de arte en Snotra House, una casa de huéspedes de Thykkvibaer, en el sur de Islandia. «Viene gente de todo el mundo (…) sobre todo en verano, para ver la hamburguesa», dice con una sonrisa Sigurdur Gylfason, el propietario del establecimiento.
La lenta agonía de la hamburguesa se puede seguir en directo en internet gracias a una cámara. Según el responsable del albergue hay unas 400.000 conexiones diarias para verla-
En 2013, para justificar el hecho de que la hamburguesa parece no descomponerse, McDonald’s explicó que se necesitan algunas condiciones, como la humedad, que en este caso no se cumplen porque la hamburguesa está protegida.
Un argumento que apoyan los científicos. Sin humedad «los alimentos simplemente se secan», explicó a la AFP Björn Adalbjörnsson, profesor de la facultad de ciencias de la alimentación de la universidad de Islandia.
McDonald’s indicó a la AFP que de momento no tiene previsto volver a Islandia.