En medio del parón del fútbol causado por la epidemia del nuevo coronavirus, el Barcelona se enfrenta a una crisis en su cúpula tras dimitir seis directivos de la junta que preside Josep María Bartomeu, cuyo mandato finaliza el próximo año.
«Hemos llegado a este punto (de dimitir) al no vernos capaces de revertir los criterios y las formas de gestión del club ante los importantes retos de futuro y, en especial, a partir del nuevo escenario post pandemia», afirmaron los directivos salientes, en una carta enviada a los socios del club.
«Lo que hemos querido hacer es marchar conjuntamente para dar un mensaje al socio», dijo este viernes a la radio Rac1 el ya exvicepresidente Emili Rousaud, uno de los dimisionarios, considerado hasta ahora el delfín de Bartomeu de cara a las elecciones previstas para el próximo año.
Los firmantes de la misiva, entre los que también se encuentra el tesorero Enric Tombas, muestran su decepción especialmente por el caso conocido como ‘Barçagate’.
«Debemos remarcar también nuestro desencanto por el desafortunado episodio de las redes sociales, conocido como ‘Barçagate’, del cual fuimos conocedores a través de la prensa», afirman.
El ‘Barçagate’ fue la utilización de la empresa I3Ventures para supuestamente influir en las redes sociales por parte del Barça para presuntamente desprestigiar a oponentes de la junta y mejorar la imagen de esta.
AFP/Archivos / Josep Lago Josep Maria Bartomeu (centro) en el palco del estadio Camp Nou durante el partido liguero contra el Eibar, el 22 de febrero de 2020 en Barcelona.
«A la pregunta: Si hemos encargado desprestigiar a personas o instituciones a través de las redes sociales, la respuesta es no», había afirmado Bartomeu en febrero pasado cuando estalló el caso, explicando que esa empresa sólo hacía trabajos de monitoreo de internet para el Barça.
‘La mano en la caja’
La radio Cadena Ser había informado entonces que el Barça habría pagado un millón de euros por esos servicios, que se habrían fraccionado en diversos pagos para no pasar controles financieros internos.
El presidente azulgrana anunció en aquel momento una auditoría interna para ver si había habido alguna irregularidad.
«Si los auditores nos dicen que el coste de estos servicios es de 100,000 euros y hemos pagado un millón, es que alguien ha metido la mano en la caja. No tengo pruebas y no puedo decir quién», dijo este viernes Rousaud en una entrevista con la radio Rac1.
AFP/Archivos / Lluís Gené Josep Maria Bartomeu habla durante la rueda de prensa de presentación de Quique Setién como nuevo entrenador azulgrana, el 14 de enero de 2020 en Barcelona.
«Este contrato se había dividido en trozos de 200.000 euros para no tener que pasar por la comisión de control», aseguró Rousaud este viernes.
«Pedimos aquí que una vez se presente el resultado de la auditoría encargada a PWC, se depuren responsabilidades así como el eventual resarcimiento patrimonial que corresponda», aseguran los directivos dimisionarios en su carta, en la que piden elecciones.
«Como último servicio a nuestro club, recomendamos que tan pronto como las circunstancias lo permitan convocar unas nuevas elecciones que permitan, con toda la ‘autoritas’, gestionar el club de la mejor manera posible ante los importantes retos del futuro más inmediato», concluyeron.
Sin embargo, Rousaud mostró este viernes su convencimiento de que Bartomeu agotará su mandato, que finaliza el próximo año.
«Creo que Bartomeu está por la labor de seguir hasta el final del mandato, como ha manifestado reiteradamente. Creo que seguirá hasta el final, no tengo ninguna duda», aseguró Rousaud.