
Todo lo que sucede alrededor de estos equipos (Real y Barça) es motivo de guerra, división y golpes por doquier ya que ninguna decisión arbitral pasará desapercibida…»
Hugo Castillo Aragón
La jornada de la Liga Española antes del parón de selecciones fue particularmente polémica, sobre todo, porque en el centro de la tormenta estuvieron Real Madrid y Barcelona que en sus partidos tienen millones de ojos encima.
Todo lo que sucede alrededor de estos equipos es motivo de guerra, división y golpes por doquier ya que ninguna decisión arbitral pasará desapercibida y cada uno tratará de llevar agua a su molino protestando todo lo que el colegiado decida.
A eso se suma que tanto blancos como azul grana tienen sus medios de comunicación e influencers que ayudan a atizar el fuego y finalmente todo queda en palabrería para los que gustan de consumir cualquier cosa en las redes sociales.
Pero más allá de Real y Barsa, que tienen repercusión a nivel global, no es malo darle una mirada o analizar lo que hasta ahora ha logrado el VAR, que a mi criterio llegó muy tarde al fútbol y tiene demasiadas zonas oscuras como para decir que ha funcionado a la perfección.
Siempre se dijo que la tecnología debía llegar al fútbol cuando vimos que, en las ligas norteamericanas, que por mucho tienen más justicia deportiva que el fútbol, las repeticiones y la revisión de jugadas eran la octava maravilla del mundo.
Se soñaba con que al futbol llegaran esas repeticiones que admirábamos en la NFL, principalmente, ya que habían pasado muchos años desde que lo inventaron los ingleses con una subjetividad agobiante de parte de los árbitros que siempre hace generar dudas sobre la limpieza del juego.
En el 2016 durante el Mundial de Clubes disputado en Japón apareció oficialmente el VAR, aunque ya se había probado anteriormente con resultados más o menos positivos, y no tenía en ese momento un cien por ciento de aprobación, porque como hasta hoy en día, la subjetividad se traslada del campo a las pantallas.
El VAR fue implementado para reducir los errores claros y manifiestos en la marcación del fuera de juego, los penaltis no sancionados o las tarjetas rojas directas mal aplicadas, tres aspectos en los que el periodismo deportivo gasta horas y horas en discusiones que no llegan a nada y solo sirven para alimentar el morbo de los fanáticos y para vender publicidad.
Se dice que el VAR imparte justicia en momentos decisivos a equipos medianos y grandes que reciben un trato más igualitario al revisarse jugadas objetivas, lo cual no es cierto ya que vemos como los errores son garrafales y afectan a equipos grandes y pequeños, la cosa no ha cambiado.
No se sabe si el VAR seguirá evolucionando, pero es de suma importancia que se piense en lo que detiene el ritmo de los partidos con revisiones largas que enfrían el espectáculo, porque no es lo mismo, por ejemplo, como en la NFL donde el deporte es más pausado.
La interpretación subjetiva en el futbol no se ha terminado, y aunque existe video, muchas decisiones como las manos siguen dependiendo del criterio arbitral lo que genera basura mediática por todos lados y no ayuda a que los aficionados simplemente disfruten de un partido sin pensar en teorías de la conspiración.
El futbol dista mucho de ser un deporte con justicia deportiva, eso es claro, por eso la FIFA debe voltear a ver a los deportes norteamericanos que constantemente revisan sus reglamentos para adaptarlos a los tiempos actuales ya que no es lo mismo, por ejemplo, la NFL de los años 70 a la de estos días cuando los atletas se han transformado considerablemente.
La NFL cambió para la temporada que comenzó el fin de semana siete reglas principales lo cual habla de seguir en la línea de la justicia deportiva y se ve la intención de estudiar las reglas para que cada día el deporte sea menos polémico.
Pero es la polémica la que alimenta lo que esta alrededor del fútbol que sigue apasionando como nunca pero que tiene bombas internas que estallan constantemente, sobre todo, en las ligas más vistas por televisión.
El VAR llegó para quedarse, y ojalá evolucione, así como las reglas del futbol, para que cada día se dependa menos de la subjetividad de los árbitros. hugocastillo68@gmail.com
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