Un total de 127 pandilleros salvadoreños fueron trasladados este miércoles de un presidio de la ciudad central de Quezaltepeque a otro centro penal para incorporarse a programas de reinserción, tras renunciar a las bandas delictivas, informó la Dirección de Penales.
Los pandilleros, que pertenecían a las facciones Sureños y Revolucionarios de la pandilla Barrio 18, fueron enviados a la cárcel de San Francisco Gotera (noreste) donde serán capacitados en áreas productivas.
Según estadísticas del sistema carcelario, el presidio de Gotera alberga a 1.592 exmiembros de las diferentes pandillas que hay en el país.
Las autoridades mantienen «bajo un régimen riguroso» los penales donde están recluidos pandilleros para cortar su comunicación con el exterior, según la dirección.
Cifras oficiales indican que las pandillas en El Salvador tienen unos 70.000 miembros, de los cuales más de 17.000 están encarcelados. En su mayoría, pertenecen a la Mara Salvatrucha (MS-13) o a su rival, Barrio 18.
El Salvador figuró en 2018 como uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con un promedio anual de 51 homicidios por cada 100.000 habitantes.
La cifra está lejos del promedio mundial, de 5,3 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015, según el Banco Mundial.
Las autoridades atribuyen la mayoría de esos homicidios a las pandillas.