En su discurso ante el pleno del Congreso de Estados Unidos (EE.UU.), que duró un poco más de 40 minutos, el Papa Francisco habló sobre la inmigración y los refugiados, la pena de muerte, el aborto, el tráfico de armas, el cambio climático y la familia.
El jerarca de la Iglesia Católica, que se encuentra de visita en la nación estadounidense, fue recibido a su ingreso al Congreso por el republicano John Boerhner, presidente de la Cámara de Representantes, y uno de los 81 legisladores católicos de ambas cámaras.
Previo a empezar a hablar de la inmigración dijo que EE.UU sigue siendo una tierra de sueños y luego añadió, que las personas de este continente no le tienen miedo a los extranjeros porque la mayoría fue alguna vez extranjero.
También recalcó que desde el principio de su papado ha apoyado la abolición de la pena de muerte y que la vida humana se debe defender en cualquier etapa de su desarrollo.
El líder religioso señaló que es necesaria la protección del medio ambiente y expresó su preocupación por la familia porque está amenazada, quizás como nunca, desde afuera y dentro de ella.