En busca de alianzas: ¿Ser verde o azul?

  • Después del bochorno provocado por el TSE durante el escrutinio de las elecciones generales, el camino se despeja para la segunda vuelta electoral, que debe realizarse entre Sandra Torres (UNE) y Alejandro Giammattei (Valor) el 11 de agosto, lo que supone un enfrentamiento entre una populista de izquierda y un conservador derechista, pero ambos integrantes de la clase política dominante en el país.  Es la hora de hacer alianzas

Análisis Crónica

Si la historia pesa en el resultado del balotaje –segunda vuelta–, Alejandro Giammattei deberá contentarse con haber llegado hasta esa instancia por primera vez en su cuarto intento por ganar la Presidencia de la República, pues ningún aspirante ha logrado revertir una diferencia tan grande y el único que ha ganado después de quedar segundo lugar es Jorge Serrano Elías en 1990.

Esta vez las cartas parecen favorecer a Sandra Torres, quien logrócerca de 1.2 millones de votos, medio millón –aproximadamente– más que Giammattei, aunque para él ha sido la votación más alta alcanzada en su larga historia como candidato.

Los analistas políticos consultados por Crónica coinciden en señalar que aún con el fuerte antivoto que tiene Sandra Torres, será difícil para Giammatei remontar el resultado, y debe apelar al voto capitalino de los demás partidos para intentar lo que parece misión imposible.

Uno de los aspectos que más puede incidir en el resultado del balotaje, es que la candidata verde puede tener hasta 55 diputados electos trabajando a su favor en el interior, junto 105 alcaldes electos –más los que tiene actualmente–, mientras que el candidato azulapenas dispondrá de un equipo de18 diputados y 29 alcaldes.  Como puede verse a simple vista, una fuerza muy dispar entre una y otro.

Sin embargo, la candidata de la UNE se convierte en la ganadora de primera vuelta con menos votos desde 2003, cuando Oscar Berger ganó sin llegar al millón de votos (921.316).  Aunque al cierre de esta edición no había resultados oficiales definitivos, derivado de las fallas y errores en el escrutinio, se estima que el abstencionismo ha sido superior al 44%, lo que permite anticipar que la segunda vuelta podría ser una de las de menor participación desde 1986.

En busca de más verdes

Sandra Torres ha principiado muy rápidamente los contactos para nutrir sus posibilidades de triunfo y para ello quiere hacer alianzas, más privadas que públicas, pero siempre de cara a lo que viene por delante y al poder que piensa concentrar en caso de confirmarse su favoritismo.

Una de las cartas que la presidenciable y ex Primera Dama de la Nación piensa jugar para atraer partidos –sin importar la ideología–, es la gran influencia que mantiene en el sistema de justicia, necesario para garantizar la inmunidad –impunidad– de varios dirigentes políticos, principalmente diputados, implicados en casos de corrupción y señalados por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que termina su gestión en el país en septiembre próximo.

El populismo es lo que ha llevado a Sandra Torres a convertirse en favorita para ganar la segunda vuelta electoral. ¿Podrán sus detractores y el oponente revertir la tendencia?

Por eso el mensaje sobre su postura ante la posibilidad de solicitar nuevamente que la CICIG opere en el país ha sido claro: no a la CICIG, y si a fortalecer el MP.  En esto ha sido tan tajante que adversó la postura que en su momento había fijado su vicepresidenciable, Carlos Raúl Morales.

En esa línea, los partidos Unionista (PU), Todos, PAN, Podemos, Fuerza, UCN, y Bien se vislumbran más afines por la influencia verde en la justicia. 

A nivel de los grupos empresariales, es difícil suponer que con la enorme diferencia que tiene a su favor Torres, puedan apostar únicamente por Giammattei, por lo que se verán grupos más cercanos al verde que al azul.

Los que lo tienen complicado son el presidente Jimmy Morales y su partido, elFCN-Nación, que se han identificado claramente con una línea de derecha conservadora-militarista y pro Estados Unidos, pero que por otro lado necesitan obligatoriamente que el próximo gobernante les garantice que no habrá persecución y que el sistema de justicia no actuará en su contra.

El tema ideológico se salvará finalmente por el interés común, señala un analista, quien explica que Morales quiere dejar atrás la persecución penal que podría llevarle a perder incluso su inmunidad cuando sea diputado al Parlamento Centroamericano, en donde piensa refugiarse con toda la rapidez posible después del entregar el cargo el 14 de enero de 2020.

La posibilidad de lograr alianzas aumenta también por su gran ventaja en la votación de primera vuelta, pues todos los sectores lo piensan más si ven pocas posibilidades en Giammattei.

Alejandro Giammattei no la tiene fácil, pero puede capitalizar el antivoto fuerte de su oponente.

Los cercanos a Torres se muestran ya como vencedores y aseguran que no buscamos alianzas, pero aceptamos aquellas fuerzas que quieran unirse a nosotros.

De lo que ninguno del circulo cercano a los verdes quiere hablar, es de la posibilidad de buscar un acercamiento y alianza con el Movimiento de Liberación de los Pueblos (MLP), que sorpresivamente alcanzó la cuarta posición en el voto presidencial en su primera participación.

No hablan del tema pues el MLP atemoriza a los sectores más conservadores por su raíz de Codeca, el grupo de campesinos indígenas que ha realizado varias manifestaciones con fuertes demandas sociales, incluyendo la exigencia de privatizar la energía eléctrica. 

Difícil pintar de azul

La tarea de Giammatei luce más complicada en esta segunda vuelta, partiendo de la gran desventaja de votos con la que arranca y la poca fuerza que muestra en la mayor parte de departamentos del país, como se refleja en las fuerzas de diputados y alcaldes electos.  Los partidos conservadores, como Viva, Creo y Valor puede aportar fuerza de voto capitalino, pero no en demasía.  El PU, por su necesidad de inmunidad ante tantas acusaciones, se ve más cercano a la fuerza de la UNE en las cortes.

Otro dato histórico, es que la mayoría de candidatos que han quedado en segundo lugar en la primera vuelta y han corrido nuevamente por el cargo en la elección siguiente, han ganado en balotaje: Alfonso Portillo, Oscar Berger, Álvaro Colom y Otto Pérez.

Si el resultado hubiera estado más parejo en primera vuelta, el empresariado se hubiera inclinado masivamente con él, pero como están las cosas, solamente algunos grupos, tal vez los menos influyentes, tomarán el azul en la segunda vuelta.

El tema de la influencia en el sector justicia puede hacer que el presidente Morales y los militares cercanos a él prefieran –sin hacerlo público–, desviar su apoyo a Torres, lo que le podría restar posibilidades a Giammattei.

Algunos sondeos entre dirigentes de las iglesias católica y evangélica, dan cuenta que no parece que alguno de los aspirantes pueda captar una línea de simpatía, mucho menos lograr algún manifiesto a su favor.

El divorcio en las condiciones que se dio entre Álvaro Colom y Torres no ha dejado buen sabor entre los religiosos como también genera inquietud entre los más conservadores de ambas iglesias el hecho de que no se ha negado ni aceptado el señalamiento de homosexualidad contra Giammattei por parte de la presentadora de Vea Canal, Karina Rottmann.

Difícil masificar mensajes

Finalmente, durante esta nueva etapa de campaña electoral se repetirá el uso de medios que privó en la primera vuelta, lo que significa que a nivel de propaganda es muy poco lo que podrán utilizar ambos candidatos –otro factor a favor de Torres, porque hace más difícil revertir el resultado–.

Las limitaciones en el uso de medios masivos supone un hándicap para Giammatei, aunque la prensa en general podrá disponer de más espacios para la cobertura noticiosa de ambos candidatos.  En la primera vuelta la gran cantidad de candidatos impidió que los espacios se abrieran en la mayoría de medios.

Fortalezas

SANDRA TORRES: El resultado tan amplio sobre su rival en primera vuelta y la organización del partido en el interior, que será una maquinaria más fuerte que la de del partido Fuerza.  El número de diputados y alcaldes electos inclina la balanza a su favor.

El control que ha mostrado que mantiene sobre jueces y magistrados le concede ventaja a la hora de negociar alianzas o apoyos, tomando en cuenta que muchos de los partidos políticos y sus dirigentes requieren de resoluciones que les mantengan la inmunidad.

El que se le vea como favorita le concede una posición privilegiada también, en especial con el presidente Morales y el partido oficial.  Ya mostraron en la primera vuelta que no escatiman el uso de recursos de manera clientelar para promover el voto, aunque esto sea ilegal.

Su debilidad es el antivoto, aunque en la medida que haya más abstencionismo este peligro se ve reducido.  Muchos sectores la ven como peligrosa y muy cercana al estilo de Hugo Chávez, Cristina Fernández Kirchner o Rafael Correa.

ALEJANDRO GIAMMATTEI:  Su mayor fortaleza es el antivoto de su competidora.  Si logra que se manifieste masivamente, sus posibilidades aumentan.

El balotaje no es una contienda en la que se parta de cero.  Al contrario, es claramente una carrera en la que parte primero quien haya tenido más votos en la primera vuelta, pues la tarea del segundo es reducir primero la desventaja y luego intentar atacar por el triunfo.

Cuando los dos ganadores quedan con poca ventaja entre sí, como ocurrió en 1990 entre Jorge Carpio (399,119 votos)y Jorge Serrano (375,119 votos), las posibilidades de darle vuelta pueden ser grandes –como sucedió en aquella ocasión–. De lo contrario, la carrera resulta cuesta arriba.

Segundos casi nunca ganan

A continuación presentamos los resultados de primera vuelta en las elecciones generales desde 1985, con el nombre del ganador del balotaje o segunda vuelta, como se le conoce en Guatemala:

1985

• Vinicio Cerezo (DC) 648,803 votos (38.65%)

• Jorge Carpio (UCN) 339,695 (20.23%)

Ganador segunda vuelta: Vinicio Cerezo

Jorge Serrano, el único segundo lugar de primera vuelta que ha logrado remontar en el balotaje, al que llegó con una margen muy estrecho.

1990

• Jorge Carpio (UCN) 399,679 (25.72%)

• Jorge Serrano (MAS) 375,119 (24.14%)

Ganador: Jorge Serrano

1995

• Álvaro Arzú (PAN) 565,393 (36.5%)

• Alfonso Portillo (FRG) 341,364 (22.0%)

Ganador: Alvaro Arzú

1999

• Alfonso Portillo (FRG) 1.045,820 (47.72%)

• Oscar Berger (PAN) 664,417 (30.34%)

Ganador: Alfonso Portillo

2003

• Oscar Berger (Gana) 921,316  (34.3%)

• Álvaro Colom (UNE) 707,635 (26.4%)

Ganador: Oscar Berger

2007

• Álvaro Colom (UNE) 926.236 (28.23%)

• Otto Pérez (PP) 771,813 (23.515)

Ganador: Álvaro Colom

2011

• Otto Pérez (PP) 1.597,937 (36.1%)

• Manuel Baldizón (Líder) 1.004,215 (22.68%)

Ganador: Otto Pérez

2015

• Jimmy Morales (FCN) 1,167.030 (23.85%)

• Sandra torres (UNE) 967,242 (19.76%)

Ganador: Jimmy Morales.

La UNE, el sobreviviente

Desde el inicio de la era democrática, han ganado las elecciones generales 8 partidos políticos, pero hasta el momento, ninguno ha logrado volver al poder en los comicios subsiguientes, por lo que, en caso de ganar en segunda vuelta, la UNE se convertiría en el primer partido en lograrlo.

El voto de castigo ha golpeado a cada uno de los partidos que han hecho gobierno.  Tras el apoteósico triunfo de Vinicio Cerezo y la Democracia Cristiana Guatemalteca, en las siguientes elecciones el candidato oficial, Alfonso Cabrera, apenas ocupó la tercera posición, y años después el partido desapareció.

El Movimiento de Acción Solidaria (MAS) de Jorge Serrano ni siquiera pudo superar el intento de golpe de Estado de aquel mandatario y desapareció del esquema político.

Luego llegó el Partido de Avanzada Nacional (PAN) al poder, pero Arzú no ayudó a que Oscar Berger pudiera sucederle.  Cuando este ganó ya no lo hizo con esa organización política, sino con la Gran Alianza Nacional (Gana).  El PAN no ha muerto, pero ha cambiado de manos en al menos dos ocasiones, sin ideología ni principios.

El Partido Patriota (PP), ha desaparecido y FCN Nación seguramente ha iniciado su proceso de descenso. 

Solamente la UNE ha sobrevivido con vigor y es reconocido como el partido con mayor organización en el país.  No hay más que una líder, Sandra Torres, quien lo mantiene a flote sin democracia interna y con un marcado autoritarismo.

Dos candidatos reincidentes

Los dos finalistas para este proceso electora, Sandra Torres y Alejandro Giammatei tienen pocas similitudes o cosas en común, pero hay una en la que ambos han destacado: su insistencia por llegar a la presidencia de la República.

Giammattei es un viejo conocido como candidato presidencial.  Después de postularse a la alcaldía capitalina, se ha mantenido como presidenciable en los cuatro últimos procesos electorales, aunque en cada ocasión lo ha hecho con diferente partido político.  Su primera incursión fue en 2007 por el partido oficial, la Gana, ocupando la tercera posición.  Volvió cuatro años después con el partido Casa, para quedar en 9 posición.  Sin embargo no se rindió y retornó en 2015 con el partido Fuerza, antes de crear su propia organización política para este cuatro intento.

Torres, en cambio, ha sido insistente en su lucha por la Presidencia, pero siempre lo ha hecho con la UNE.  En 2011 el TSE y la Corte de Constitucionalidad le negaron la posibilidad a participar por haber sido la esposa del presidente de turno, Álvaro Colom.

Cuatro años después si logró su participación, ya sin impedimento legal, y ocupó la segunda posición.  Esta es su tercer intento por volver al poder que una vez tuvo.

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