Dinamarca celebraba este jueves el 80º cumpleaños de Margarita II, soberana muy querida por sus súbditos que, a causa de la crisis sanitaria, festejaron a su reina observando las medidas de rigor.
La monarca, que accedió al trono el 14 de enero de 1972, a la muerte de su padre, el rey Federico IX, tendría que haber desfilado por las calles de la capital Copenhague. Pero como consecuencia de la epidemia de covid-19, Margarita II celebró sus 80 años en la intimidad.
Al mediodía, los daneses conmemoraron la fecha desde sus balcones, calles o parques -cantando y agitando banderas del país escandinavo-, eso sí, respetando rigurosamente las medidas vigentes de distanciamiento social, como muestran las imágenes transmitidas en directo por la cadena de televisión danesa DR.
Desde el castillo de Fredensborg, residencia real situada a unos 40 km al norte de Copenhague, la reina siguió por televisión los homenajes.
Después, salió a saludar desde su escalinata a varias decenas de sus vasallos.
Casada con el príncipe Enrique, de origen francés, fallecido en 2018 a los 83 años, Margarita II es muy querida en su reino y, según algunos historiadores, su popularidad se debe a su capacidad para unificar al país e imponerse como una fuerza moral.
A sus 31 años, fue la primera mujer en ascender al trono danés, la casa real europea más antigua que existe en la actualidad, y no tiene la menor intención de cederlo.
«Permaneceré en el trono hasta que me caiga de éste», advirtió la soberana, una fumadora empedernida.
La monarquía danesa se encuentra entra las más populares del mundo.
En 2018, un sondeo de la empresa de investigación de mercados Voxmeter demostró que más de las tres cuartas partes de los daneses están a favor de la monarquía, en tanto sólo el 14,6% de éstos desea que se establezca una república.