La embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, salió este martes del país tras ser expulsada en la víspera por el gobierno luego de un incidente protagonizado por diplomáticos españoles en su residencia, donde están asilados colaboradores del expresidente Evo Morales, dijo la policía.
«La embajadora está abandonando nuestro país», señaló el jefe de la Policía Boliviana, Antonio Montero. «No se ha registrado ningún incidente, todo se desarrolló con normalidad», agregó.
Mercado fue declarada el lunes persona «non grata» por la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, tras denunciar que diplomáticos de la embajada de España, junto a personal de seguridad encapuchado y aparentemente armado llegaron sin explicaciones a la legación mexicana, en un barrio acomodado de la ciudad de La Paz.
Según el gobierno, la acción buscaba evacuar al exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, brazo derecho de Morales desde que llegó al poder en 2006.
Mercado dijo antes de salir, desde su cuenta personal en Twitter, que estaba «orgullosa de servir a (su) país y de sus principios y tradición de asilo». La embajadora también agradeció las palabras del canciller mexicano Marcelo Ebrard, que valoró su trabajo al mando de la delegación diplomática en La Paz.
Ebrard manifestó, también en Twitter, su reconocimiento a «la valiosa actuación de la embajadora María Teresa Mercado en Bolivia, quien ha cumplido cabalmente representando a México y su causa en favor del asilo y la paz».
«Será siempre timbre de orgullo su entereza y apego a la mejor tradición de política exterior de nuestro país», añadió.
México dijo que la expulsión de su embajadora fue una «decisión de carácter político», aunque no tiene intención de romper relaciones diplomáticas con Bolivia.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador denunció varias veces que su embajada sufre de «hostigamiento», pues su acceso está controlado por policías de seguridad y vecinos.
Tras la salida de Mercado, la representación diplomática quedó en manos de la ministra Ana Vallejo.
En la residencia mexicana encontraron asilo entre nueve y diez exfuncionarios de Morales, investigados por «sedición y terrorismo» por la resistencia que siguió a la dimisión de Morales el 10 de noviembre, cuya represión causó más de tres decenas de muertos.