John Coates, presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos Olímpicos de 2020, calificó este viernes de «final» la decisión de trasladar las pruebas de maratón y de marcha del evento a Sapporo, en la isla septentrional de Hokkaido, con temperaturas más agradables.
Coates dijo entender «la gran decepción» de los ciudadanos de la capital japonesa, pero insistió en el hecho de que esta decisión era irrevocable, sean cuales sean los argumentos de los ediles de Tokio.
«Al COI le chocó lo que vio en Doha -donde se celebraron los Mundiales de atletismo- en condiciones muy similares a las esperadas en Tokio en lo que concierne al calor y la humedad», apuntó Coates, para quien «la salud y el bienestar de los atletas va en primer lugar».
John Coates habló a la prensa poco antes de reunirse con la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, quien previamente se había mostrado contraria a esta decisión del COI.
El representante del COI señaló que no eran viables otras soluciones planteadas, como adelantar la hora de inicio a las 03h00 de la madrugada, por problemas de transporte y la dificultad de filmar en la noche.
La idea de las autoridades olímpicas de trasladar estas pruebas de los Juegos de 2020 surgió luego de los Mundiales de atletismo de Doha, en el cual varias pruebas fuera del estadio, entre ellas el maratón o los 50 km marcha, se vieron muy afectadas por el intenso calor.
Los Juegos de Tokio se disputarán del 24 de julio al 9 de agosto, un periodo en el que el fuerte calor y la humedad golpean habitualmente la urbe.