Premio. Zdiane ya tiene ganador. La lesión de Gareth Bale ha obligado al técnico del Madrid a darle al tarro.
‘Zizou’ avisó a principio de curso que lo más complicado para la presente temporada sería tener al personal contento. Muchos jugadores de calidad suprema para once puestos en el once y unos pocos más en el banquillo. En el Real quieren jugar todos. Y sobre el papel una amplia mayoría tiene el nivel para hacerlo.
El lado buen de las lesiones, si lo hay, es uno. El Real tiene un fondo de armario de altura que permite mover al equipo sin que este apenas se resienta. Sale uno y entra otro.
Pasó con Cristiano Ronaldo, Benzema, en los primeros compases de la nueva campaña. Con Casemiro, Kroos, Modric, Morata y, ahora, con Gareth Bale. El mayor de los problemas para Zidane –dan oportunidades a todos- es una bendición cuando hay bajas.
La lesión de Bale no es moco de pavo. El peso pesado del equipo no volverá a asomar el cogote en el Madrid hasta marzo. Gareth pasará por el quirófano y aunque el sustituto natural del galés podría cambiar dependiendo del rival/competición, hay un nombre que ha ganado la partida de entrada en la mente de Zidane.
Tiempo para Lucas Vázquez. El español se lleva el gato al agua de entrada. Lucas es el elegido para hacer la funciones de Bale en el equipo. ‘Zizou’ tiene decidido darle el mando de las operaciones. La presencia de Vázquez en el once crecerá como la espuma desde ya. Mientras Isco, James o Asensio recuperarán su posición natural de media punta.
Un reto mayor para el que el jugador, afirman su entorno, se siente más que preparado.