El precandidato presidencial estadounidense Bernie Sanders se recupera de la intervención que sufrió el miércoles en una arteria obstruida y prevé participar en el próximo debate demócrata, anunció el jueves su esposa.
Tras haber sentido una molestia durante un desplazamiento de campaña en Las Vegas (Nevada), el legislador por Vermont debió ser operado de urgencia el miércoles para desbloquear una arteria, con ayuda de dos stents (extensores vasculares).
Hospitalizado, el precandidato de 78 años debió suspender «hasta nueva orden» todos los actos de campaña previstos.
El jueves, su esposa Jane lanzó un mensaje tranquilizador.
«Bernie está de pie», escribió en un mensaje transmitido por el equipo de campaña de Sanders. «Los médicos están satisfechos por sus progresos y no fue necesario practicarle una nueva intervención».
El aspirante socialista debería ser dado de alta y retornar a Burlington (Vermont), donde reside, «antes del fin de semana», dijo Jane, su esposa desde 1988.
«Tomará algunos días de reposo, pero está listo para retomar la ruta y ya piensa en el debate de octubre».
El próximo debate televisado demócrata reunirá el 15 de octubre a 12 candidatos a la investidura en el campus de la Universidad de Otterbein, en Westerville (Ohio).
El incidente padecido por Sanders es la primera alerta médica seria desde el comienzo de la campaña por la nominación presidencial demócrata, que está dominada en el partido de oposición por un trío de septuagenarios.