Los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele, y Guatemala, Alejandro Giammattei, acordaron este lunes en El Salvador avanzar en la definición de proyectos de cooperación en comercio y seguridad, así como levantar los controles fronterizos para sus ciudadanos.
Guatemala ofreció a El Salvador la operación de un puerto marítimo en el Atlántico guatemalteco, explicó Giammattei en una rueda de prensa en la casa de gobierno salvadoreña, al término de una reunión entre los dos gobernantes.
«Hemos ofrecido a El Salvador algo sin precedentes en la historia de la integración centroamericana. Quiero anunciar que vamos a explorar ya, cuanto antes, la posibilidad de que El Salvador tenga un puerto en el Atlántico guatemalteco», sostuvo el mandatario.
Según Giammattei, ambos países entablarán conversaciones de inmediato para discutir la modalidad de manejo del puerto, que en todo caso será bajo un esquema público-privado, y también deben definir otros detalles legales.
Para Bukele, que consideró el conjunto de propuestas como algo «histórico» en la relación bilateral, el ofrecimiento de Guatemala para manejar un puerto marítimo se convierte en la oportunidad de El Salvador, con costa solo en el Pacífico, de tener una salida al comercio por la zona del Atlántico.
«Creo que lo que se está haciendo aquí es una unión real», consideró Bukele.
En seguridad, Giammattei explicó que conversó con Bukele sobre la necesidad de establecer al corto plazo que «las órdenes de arraigo» contra personas requeridas por la justicia tanto salvadoreña como guatemalteca tengan validez en ambos territorios.
Bukele y Giammattei también se mostraron decididos en avanzar en concretar el levantamiento de los controles y trámites fronterizos para sus ciudadanos, de modo de facilitar la migración de un país a otro.
«Quitemos las fronteras de una sola vez, eliminémoslas para las personas», sostuvo el presidente de Guatemala, que también se mostró favorable que ambos países eliminen en el mediano plazo las aduanas para el libre tránsito de mercancías.
Previo a su rueda de prensa ambos gobernantes firmaron un acuerdo que establece que los vuelos entre ambos países serán considerados domésticos, con lo que se busca una reducción en el costo de los boletos aéreos, un paso más expedito de pasajeros en los aeropuertos y un incremento del turismo entre ciudadanos de ambas naciones.