El Real Madrid protagonizó una de las noches épicas que dan forma a su historia tras remontar al Elche (1-2) este jueves en la prórroga de un partido muy igualado, con diferentes alternativas, pero marcado por la expulsión de Marcelo al arranque de la prórroga, un contratiempo que no impidió a los merengues clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey.
La trampa estaba a la vista después de haber conquistado la Supercopa de España. Una eliminatoria a un solo partido y varios cambios en el once alimentaron la esperanza de un Elche que tuvo a los blancos contra las cuerdas y llegó a creer en la sorpresa. Ancelotti corrigió la marcha con los cambios y Hazard apareció cuando todo el mundo le señalaba.
Ya le tocaba al belga sentirse importante y liderar un triunfo de los suyos, aunque fuese en la prórroga y después de haber ‘chupado’ banquillo este jueves en el Martínez Valero. Otro más en la cuenta del ex del Chelsea, que fue el héroe con una definición de mucho talento a cinco minutos para el final de la prórroga. La trampa fue evitada a tiempo.
El equipo de Francisco, que tuvo que seguir el partido desde casa por la COVID, fue el primero en avisar con un remate al larguero de Guido Carrillo. Una ocasión magnífica para el argentino, que fue el más peligroso de los locales en el acto inicial. Otro cabezazo picado suyo hizo estrenarse a Lunin bajo palos, que ofreció un gran nivel.
Al borde del descanso llegó el primer tiro del Real Madrid con cierto peligro en una jugada de Camavinga, pero no supuso problemas para Werner. El Madrid se desperezaba con internadas de Marcelo -de los mejores este jueves- pero también sufría a la contra si descuidaba demasiado su propio campo. Rodrygo tuvo la más clara antes del pitido para el descanso.
En la segunda mitad, con menos fuelle de los alicantinos, el Real Madrid creció en posesión, en control y en ocasiones, sobre todo en poner en apuros a un Elche que tuvo que aceptar su papel. Jovic, Marcelo y Casemiro, que fue fundamental dando aire en el centro del campo, probaron con malicia la meta ilicitana, aunque sin éxito.
Vinicius, que no se cansó en todo el partido, fue un dolor de muelas para el costado diestro de los locales, que solo sacaron la cabeza en la prórroga. Ahí cambió su ánimo y encontraron fortalezas en el balón parado. Gumbau estuvo a punto de sorprender a Lunin con un disparo potentísimo desde el borde del área.
Una prórroga sin descanso
En el tiempo extra, las cosas se torcieron para los de Ancelotti, que vieron cómo se quedaron con diez por roja directa a Marcelo al contra una contra. En esa misma jugada, una falta botada por Verdú, el Elche encontró el 1-0 y creyó en eliminar a los blancos, que siempre andan peleados con la Copa del Rey.
El VAR no libró a Marcelo, que se fue al vestuario, pero el 13 veces campeón de Europa no perdió los nervios pese a la difícil empresa. El tiempo pasaba y tuvo que ser en la segunda parte de la prórroga cuando llegó el despertar del Real Madrid. Un lanzamiento de Ceballos fue desviado por Isco y acabó siendo crucial para la igualada.
Cuando el Elche daba por bueno los penaltis, apareció nuevamente el gen del Real Madrid, el carácter competitivo que aparece en su idiosincrasia y que culminó Hazard -tras un gran pase de Alaba- en un mano a mano sensacional que recordó a la mejor versión del belga. Un gol que hizo saltar al banquillo merengue y apagó la ilusión de un Elche que puede sentirse muy orgulloso de su participación copera.