Un hidroavión de seis plazas, presentado como la primera aeronave comercial eléctrica del mundo, realizó su primer vuelo de prueba este martes cerca de Vancouver, en el oeste de Canadá.
El aparato de la compañía canadiense Harbour Air, un Beaver DHC-2 de Havilland de 62 años equipado con un motor eléctrico, hizo un vuelo de unos minutos por la mañana tras despegar del aeropuerto de Vancouver ante un centenar de curiosos y de periodistas.
«Es el comienzo de la era de la aviación eléctrica», dijo Roei Ganzarski, presidente de la compañía estadounidense magni-X, que diseñó el primer motor eléctrico de 750 caballos para Harbour Air, la principal compañía de hidroaviones de Norteamérica.
El encargado de pilotar el avión amarillo y azul fue Greg McDougall, el fundador y presidente de Harbour Air, una compañía que posee unos 40 hidroaviones y que transporta cada año a unos 500.000 pasajeros en trayectos cortos por la costa del Pacífico en la provincia canadiense de Columbia Británica.
«Nuestro objetivo es electrificar toda la flota, no hay ningún motivo para no hacerlo», añadió McDougall, que explicó que necesitará al menos dos años para alcanzar esa meta, ya que la empresa deberá realizar otras pruebas de vuelo y obtener las homologaciones necesarias para el uso comercial de ese modelo.
Con la autonomía de su batería, el «e-Beaver» probado el martes puede recorrer unos 160 km, lo que corresponde a la distancia de la mayoría de los vuelos realizados por Harbour Air, señaló su presidente.
Antes del test de este martes, el ministro canadiense de Transporte, Marc Garneau, se mostró muy interesado por el experimento porque, según él, «podría mostrar el camino hacia una forma de volar más respetuosa con el medioambiente».
Los ecologistas canadineses también celebraron «una etapa importante: el inicio de una nueva era de la aviación y la transformación de los hidroaviones de Harbour Air en la primera flota comercial totalmente eléctrica».