El escritor español Manuel Vilas fue recompensado este martes con el premio Femina de Francia en la categoría de literatura extranjera por su obra «Ordesa», un ejercicio de introspección que en España se convirtió en un fenómeno de ventas.
Vilas aborda en su novela autobiográfica la historia reciente de su país, a través del retrato de una familia de clase media, la suya, marcada por la tragedia.
«Es un honor importantísimo, un reconocimiento internacional de primer orden», dijo a la AFP Vilas tras recibir el premio de manos de un jurado exclusivamente femenino en una ceremonia en París.
Confrontado a la muerte de sus padres que admite no haber podido superar, el autor, nacido en 1962 en Barbastro (Huesca, este), mira de frente las circunstancias que han marcado su vida, utilizando un lenguaje poético y a la vez crudo.
El fin del franquismo en los años 1960-1970 tiñen el fondo de «Ordesa», una obra que mezcla la realidad con la ficción y considerada la mejor de 2018 por varios medios españoles.
La novela, de casi 400 páginas, contiene un epígrafe con la letra de la canción «Gracias a la vida» de la chilena Violeta Parra.
Arranca con una amarga constatación: «Ojalá pudiera medirse el dolor humano con números claros y no con palabras inciertas. Ojalá hubiera una forma de saber cuánto hemos sufrido, y que el dolor tuviera materia y medición», escribe el autor.
Vilas se congratuló de la «repercusión internacional» que está teniendo «Ordesa».
La historia «se está comprendiendo en todos los países porque es una historia muy sencilla, la relación entre padres, madres e hijos y la pérdida del padre y de la madre. Es universal».
El mes pasado, el escritor quedó finalista del premio Planeta 2019 de novela, el mejor dotado de las letras hispanas, por «Alegría», de nuevo una obra íntima.
Paralelamente, el jurado del galardón Femina recompensó a Sylvain Prudhomme por su obra «Par les routes», como mejor libro escrito en francés.
Esta obra relata la historia de un hombre de mediana edad llamado solamente el «autoestopista», que no puede dejar de viajar azarosamente por Francia, ausentándose de casa y alejándose cada vez más de su esposa y su hijo.
El año pasado, el premio Femina de literatura francófona fue a parar a Philippe Lançon por «El colgajo», el conmovedor relato de este periodista que sobrevivió al atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo en París en 2015.