Más de 3 millones de personas obtendrían de forma inmediata la ‘tarjeta verde’ que permite la residencia legal en Estados Unidos si prospera en el Congreso la Ley de Ciudadanía que promueve el presidente, Joe Biden, en su mayoría inmigrantes que llegaron al país norteamericano cuando aún eran niños.
El Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés) estima que casi 3.3 millones de personas se beneficiarían de esta reforma, entre ellos más de 1.3 millones de ‘dreamers’, como se conoce a quienes llegaron junto a sus padres indocumentados y han hecho prácticamente toda su vida en Estados Unidos.
Otros 1.1 millones corresponde a trabajadores del sector primario, a lo que se sumarían 342,000 más si se tienen en cuenta a cónyuges e hijos menores de edad. Además, el estudio cifra en 279,000 los potenciales beneficiarios dentro del Estatus de Protección Temporal que se concede a determinados colectivos.
La ley que aún está en trámite, impulsada por varios demócratas, esboza un plan para que los once millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos puedan tener la nacionalidad en un plazo de ocho años. Biden se ha marcado como objetivo resolver la situación de este colectivo, que vive bajo la sombra perpetua de la expulsión.
El actual mandatario avisó de que intentaría revertir la política migratoria de su predecesor, Donald Trump, lo que se ha traducido en un batería de decretos que han contemplado frenar la financiación del muro en la frontera con México o permitir la entrada de quienes deportaron mientras se resolvían sus solicitudes de asilo.