El Papa Francisco reaparece y envía un emotivo mensaje en plena Cuaresma

  • Presencia del Pontífice conmovió a fieles católicos a pocos días del inicio de la Semana Santa, el momento más profundo de la Cuaresma

En una inesperada aparición que conmovió a miles de fieles, el papa Francisco participó este domingo en una misa especial en la Plaza de San Pedro, dedicada a los enfermos y al personal sanitario. Fue su primera presencia pública en el Vaticano tras recibir el alta médica hace dos semanas, luego de una grave neumonía que lo mantuvo hospitalizado durante más de un mes.

Con una sonrisa serena y su voz algo más firme, el pontífice saludó a la multitud: “Buen domingo a todos. Muchas gracias”, dijo al tomar el micrófono desde el altar. Su sola presencia fue interpretada como un signo de recuperación y esperanza, especialmente en este período clave para el mundo católico.

Un mensaje desde la vulnerabilidad

La misa, enmarcada en las actividades del Jubileo para los enfermos y organizada por el arzobispo Rino Fisichella, fue también una oportunidad para que Francisco compartiera su vivencia reciente con la enfermedad. Aunque la homilía fue leída por Fisichella, el mensaje fue profundamente personal:

En este momento de mi vida comparto mucho: la experiencia de la enfermedad, el sentirme débil, depender de los demás para muchas cosas, necesitar apoyo”, expresó el Papa.

No es fácil, pero es una escuela en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar, sin exigir ni rechazar, agradecidos a Dios y a nuestros hermanos por el bien que recibimos”.

Francisco también llamó a no marginar el sufrimiento ni a quienes lo atraviesan. “No excluyamos el dolor de nuestro entorno. Convirtámoslo en una oportunidad para crecer juntos y cultivar la esperanza”.

Cuaresma y Semana Santa

La reaparición del Papa se da en las últimas semanas de la *Cuaresma, un tiempo de reflexión y preparación espiritual que culmina con la Semana Santa, que comenzará el próximo 13 de abril con el Domingo de Ramos. Para los católicos, es el momento más profundo del año, donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

En este contexto, el testimonio del Papa —quien continúa en reposo y tratamiento médico— adquiere un valor simbólico: es una invitación a abrazar la fragilidad humana como camino de amor, fe y compasión.

Apoyo al personal sanitario

Durante la bendición dominical, Francisco también tuvo palabras especiales para médicos, enfermeros y trabajadores de la salud. “No siempre reciben ayuda para trabajar en condiciones adecuadas y a veces son víctimas de agresiones. Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada”.

Camino al Año Santo 2025

La misa también formó parte de las actividades preparatorias para el Año Santo 2025, que atraerá a millones de peregrinos a Roma. La presencia del Papa, aun en su fragilidad, es una señal poderosa para la Iglesia y para todos los que lo siguen de cerca: el dolor compartido también puede ser semilla de esperanza.

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