El Papa decretó el 29 de julio para conmemorar a María Magdalena, junto a sus hermanos Marta y Lázaro.
De este modo, su introducción en el Calendario General Romano en el que, además de la memoria litúrgica de santa Marta, ahora se celebrará también la de sus hermanos los santos María y Lázaro, confirmó la Congregación para el Culto Divino del Vaticano.
«La tradicional incertidumbre de la Iglesia latina sobre la identidad de María -la Magdalena a la que se le apareció Cristo tras su resurrección, la hermana de Marta, la pecadora a la que el Señor perdonó sus pecados-, que motivó la inscripción únicamente de Marta el 29 de julio en el Calendario Romano, se ha resuelto en estudios y tiempos recientes, como testimonia el actual Martirologio Romano, que también conmemora a María y Lázaro en ese mismo día», se lee en el decreto publicado.
- De hecho, actualmente algunos Calendarios particulares celebran a los tres hermanos juntos en ese día.
- Por tanto, el 29 de julio se inscribe en el Calendario Romano General la memoria de los santos Marta, María y Lázaro.
- Dicha memoria deberá aparecer con esta denominación en todos los Calendarios y Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas
- las variaciones y añadidos adoptados en los textos litúrgicos, adjuntos al presente decreto, los traducirán, aprobarán y, después de la confirmación de este Dicasterio, publicarán en las Conferencias Episcopales.
San Juan de Ávila, patrón del clero español: 10 de mayo
Además, el Papa decretó la introducción en el Calendario Romano General de san Juan De Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia y patrón del clero secular español, el día 10 de mayo, lo que implica igualmente que debe ser inscrito en los Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas y publicado por las Conferencias Episcopales.
Francisco también introdujo en el Calendario Romano General a san Gregorio de Narek, abad y doctor de la Iglesia, el día 27 de febrero y a santa Hildegarda de Bingen, virgen y doctora de la Iglesia, el día 17 de septiembre.
«La santidad se vincula con el conocimiento, que es experiencia del misterio de Jesucristo, indisolublemente unido al misterio de la Iglesia. Este vínculo entre santidad e inteligencia de las cosas divinas y también humanas, brilla de modo particular en aquellos adornados con el título de doctor de la Iglesia», se lee en el decreto promulgado.