Ha presidido el rezo dominical en la ventana del Palacio Apostólico, pese a las advertencias de los médicos
El Papa ha apelado al diálogo entre abuelos y nietos en la primera Jornada Mundial de los Abuelos, celebrada este domingo, al tiempo que ha arremetido contra el «escándalo» de los niños que mueren a diario en el mundo debido a la desnutrición, por lo que ha abogado por una «justa distribución» de los recursos.
«Me viene a la mente la tragedia del hambre, que afecta especialmente a los niños. Se ha calculado que alrededor de 7.000 niños menores de cinco años mueren a diario en el mundo por motivos de desnutrición», ha señalado el Papa durante el Ángelus de este domingo.
«¡Sin el diálogo entre abuelos y nietos la sociedad no puede ir adelante!», ha exclamado. Asimismo, ha detallado que los abuelos «tienen necesidad de los nietos (y viceversa)». «Por favor, encontraros y dialogad. Os hará felices a todos», ha agregado.
En su alocución, ha comentado el episodio de la multiplicación de los panes y los peces, con los que Jesús sacia el hambre de cerca de 5.000 personas que se habían congregado para escucharlo. Para el Papa, el «verdadero milagro» no es la multiplicación que produce orgullo y poder, «sino la división, el compartir, que aumenta el amor y permite que Dios haga prodigios». «Tampoco hoy la multiplicación de los bienes resuelve los problemas sin una justa distribución», ha considerado.
El pontífice ha dirigido una invitación a los peregrinos a compartir con los más necesitados sus bienes. «Ante escándalos como estos, Jesús nos dirige también a nosotros una invitación, una invitación similar a la que probablemente recibió el muchacho del Evangelio, que no tiene nombre y en el que todos podemos vernos: ‘Ánimo, da lo poco que tienes, tus talentos y tus bienes, ponlos a disposición de Jesús y de los hermanos. No temas, nada se perderá, porque, si compartes, Dios multiplica. Echa fuera la falsa modestia de sentirte inadecuado, ten confianza. Cree en el amor, en el poder del servicio, en el poder de la gratuidad».
Francisco ha presidido el rezo dominical de este 25 de julio asomado a la ventana del Palacio Apostólico ante decenas de fieles que se han acercado hasta la plaza de San Pedro.
Tras su operación de un problema en el colon el pasado 4 de julio, de la que se recupera en su apartamento de la residencia Santa Marta, los médicos estimaron que no era apropiado que presidiera la misa por la primera Jornada Mundial de los Abuelos que se ha celebrado esta mañana en la basílica de San Pedro del Vaticano, para no exponerlo a un gran esfuerzo.