El papa Francisco aconsejó a las familias confinadas que recuperen juntos los «gestos de ternura», tales como un «plato caliente, una caricia, un mimo, un llamado telefónico» en una entrevista publicada por el diario italiano La Reppublica.
En medio de múltiples recomendaciones para evitar al máximo los contactos físicos a fin de evitar el contagio, el Papa recordó la importancia «de gestos de ternura, afección, compasión» unos «gestos mínimos que a menudo se pierden en la rutina de cada día».
«Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un mimo, un llamado telefónico», enumeró el Papa.
«Debemos redescubrir la esencia de las pequeñas cosas, de las pequeñas atenciones hacia nuestros seres queridos, nuestros parientes, nuestros amigos. Y entender que en esas pequeñas cosas está nuestro tesoro», insistió el Papa.
Francisco criticó la comunicación a menudo «virtual» entre miembros de una familia y exhortó a «una nueva cercanía» y a la escucha concreta «de las necesidades de cada uno».
«A menudo, en el hogar las familias comen juntas en un gran silencio que no es el resultado de una escucha mutua pero está vinculado al hecho de que los padres miran la televisión mientras comen y los hijos están pendientes del móvil. Parecen monjes aislados unos de otros. No hay ninguna comunicación», dijo el papa.
El Papa, que en las últimas semanas estuvo resfriado, se desplazó el domingo del Vaticano hasta la iglesia San Marcello al Corso, realizando una caminata por la principal avenida comercial del Roma, casi vacía.
En San Marcello al Corso hay un crucifijo milagroso que en 1522 fue llevado en una procesión por los barrios de la ciudad para terminar con la «Gran Peste» de Roma.
«Le pedí al Señor que detenga la epidemia: Señor detenla con tu mano. Recé por eso», confesó el Papa cuando el periodista le preguntó sobre esa inesperada salida dominical.