El número de enfermos de Covid-19 en Italia volvió a bajar este martes por segundo día consecutivo, según el balance oficial, que registró 107.709 pacientes, 528 menos que la víspera.
Pese a la alentadora noticia, se registraron 534 muertes en las últimas 24 horas, para un total de 24.648 desde el inicio de la pandemia.
«El virus todavía circula entre nosotros, un poco menos fuerte, pero está aquí», advirtió el alto comisionado del gobierno para el manejo de la crisis de coronavirus, Domenico Arcuri.
En un mensaje a los italianos, Arcuri instó a las personas a evitar «tomar decisiones apresuradas y a ser responsables», dijo.
El primer ministro italiano Giuseppe Conte anunció por su parte que presentará «antes del fin de semana» las medidas para flexibilizar las restricciones vigentes desde el 9 de marzo hasta el 3 de mayo, de manera de reactivar la economía del país y salir progresivamente de la crisis desatada por la pandemia.
«Me gustaría poder decir: ‘reabramos todo. De inmediato. Arrancamos mañana en la mañana'», escribe Conte en un largo mensaje en su cuenta Facebook.
«Pero una decisión de este tipo sería irresponsable. Haría subir la curva de contagios de manera descontrolada y tornaría vanos todos los esfuerzos que hemos hecho hasta ahora», explicó.
En una intervención este martes ante el Senado, Conte adelantó que para la reapertura del país los italianos tendrán que usar mascarillas así como respetar la distancia social hasta que se disponga de la vacuna.
Igualmente se refirió a la aplicación en los móviles para rastrear el contagio, la cual será usada en forma voluntaria y no prevé sanciones para aquellos que no la descarguen.
Por su parte, el presidente del Instituto Superior de Salud (ISS), organismo gubernamental de referencia en materia de salud pública, Silvio Brusaferro, pidió cautela ante la posible flexibilización de las medidas.
«Debemos excluir todas las actividades que involucran reuniones al mismo tiempo de cientos o miles de personas en espacios cerrados, hasta que tengamos una vacuna», advirtió.
«No a las horas pico en todas las fases de la vida diaria. Debemos decir adiós a las calles y al transporte público lleno de gente», dijo.
«Las personas que resultan inmunes son absolutamente una minoría. La gran mayoría de los italianos, alrededor del 90%, no ha tenido contacto con el virus. Eso significa que estamos muy lejos de la inmunidad colectiva», explicó.
El gobierno se esfuerza para evitar que en la llamada «fase 2» se disparen las infecciones por el virus y al mismo tiempo quiere proteger a la economía de una fuerte recesión y reactivar inicialmente las actividades manufactureras y luego el sector de la construcción.
Las tres regiones más afectadas de la península siguen siendo las más industrializadas: Lombardía (norte), con 67,931 casos y 12,579 muertes, Emilia-Romaña (centro-norte), 23,092 casos y 3.147 muertes) y Piamonte (noroeste), 21,955 casos y 2,485 muertos.