El nuevo presidente de Bolivia, Luis Arce, extenderá a partir de diciembre el pago del Bono Contra el Hambre, una ayuda económica dirigida a personas mayores de 18 años que no reciban ningún salario para impulsar la demanda interna del país.
«El bono contra el hambre busca reforzar, busca e iniciar en la reconstrucción de la demanda interna en el país, este es el primer elemento que va a generar el crecimiento económico que todos los bolivianos estamos esperando. Si no se reactiva la demanda interna, es muy difícil reactivar el aparato productivo», dijo.
Para la extensión de la ayuda, Arce promulgó la Ley 1345 para aprobar un préstamo de hasta 450 millones de dólares (380.6 millones de euros) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Ley 1346, que aprueba el convenio de financiación del Banco Mundial por más de 54 millones de dólares (45,6 millones de euros).
El nuevo mandatario manifestó que el diagnóstico realizado por su gobierno apuntará a soluciones para mejorar la economía del país y retomar los índice de crecimiento y desarrollo.
«Seguimos sufriendo una recesión profunda en la economía y el bono contra el hambre se ha de constituir en una de las primeras medidas que vamos a lanzar para poder sacar al país adelante», añadió Arce.