Foto: Francisco González, entonces presidente del BBVA, habla antes de una asamblea general de accionistas del banco el 16 de marzo de 2018 en la ciudad española de Bilbao© AFP/Archivos Ander Gillenea
Un expresidente de un banco imputado de espionaje durante batallas bursátiles: líderes del mundo empresarial de España se han visto envueltos en escándalos con una figura en común, un polémico excomisario cuyas revelaciones han sacudido las altas esferas del país.
Ministros y hasta la familia real fueron salpicados por la publicación periódica en los últimos años de grabaciones hechas por el excomisario José Manuel Villarejo. En prisión desde 2017, fue tachado de «corrupto» y «chantajista» por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
El escándalo de espionaje a gran escala efectuado por Villarejo alcanzó a las estrellas de la Bolsa de Madrid, comenzando por el segundo banco español, el BBVA, cuya emblemático presidente Francisco González debió retirarse en marzo.
Esta semana, el escándalo tocó a otras dos figuras del mundo empresarial: el magnate Florentino Pérez, jefe del gigante de la construcción ACS y presidente del club Real Madrid, y su enemigo jurado, Ignacio Galán, patrón de la multinacional energética Iberdrola.
Según grabaciones de Villarejo publicadas el lunes por medios digitales españoles, Galán habría hecho espiar a Pérez usando los servicios del comisario alrededor de 2009 para evitar que ACS aumentara su capital de Iberdrola.
Pérez inmediatamente anunció en un comunicado que se erigía como acusación particular, un procedimiento jurídico que le permitirá ejercer «acciones penales y civiles contra los que resulten responsables de dichos actos, entre los que podrían estar incluidos (…) el presidente de Iberdrola y la gente de su entorno».
Dimisión
A raíz de este caso, ACS anunció la dimisión de su consejero Manuel Delgado, considerado muy cercano a Florentino Pérez, pero que aparece en una de las grabaciones sosteniendo una conversación comprometedora con el comisario Villarejo.
Tras una investigación interna, Iberdrola reconoció en octubre haber solicitado hasta en 17 ocasiones los servicios del grupo Cenyt, dirigido por Villarejo y en teoría a cargo de estudios de mercado entre 2004 y 2017, aunque aseguró que se aplicaron «correctamente todos los controles y procedimientos internos».
Al emerger nuevas revelaciones, el grupo decidió lanzar en octubre una nueva investigación interna.
Según una fuente judicial, la Audiencia Nacional, alta jurisdicción a cargo del dossier Villarejo, abrió una investigación específica dedicada a Iberdrola.
Esta semana, dicho tribunal en Madrid vio desfilar a altos dirigentes, antiguos y actuales, del BBVA, incluido Francisco González, llamados a declarar por un juez.
En total, diez de ellos fueron imputados por corrupción y revelación de secretos. Se sospecha que utilizaron las escuchas ilegales del comisario en 2004 para impedir que el grupo de la construcción Sacyr entrara en el capital del banco.
Poco tiempo después de conocerse las primeras grabaciones comprometedoras a principios de 2019, González, que dirigió el BBVA de 1996 a 2018, debió renunciar en marzo a los puestos honoríficos que aún conservaba. El banco reconoció haber usado los servicios de Villarejo y abrió una investigación interna.
Chantajes
«Una vez que termine esta investigación, quedará muy claro (…) que el grupo BBVA y sus directivos han trabajado siempre de una manera íntegra y ejemplar», se defendió González.
«El panorama que rodea al espía Villarejo, tanto en el mundo empresarial como en el político, (…) deja un sabor amargo», pese a no ser «una gigantesca sorpresa», resumió el martes el diario económico Cinco Días.
Y es que por años, el excomisario grabó secretamente a personalidades del mundo político, económico y judicial.
Es acusado además de haberse enriquecido al cobrar por montar campañas de descrédito, amenazar a personas o hacerlas hablar. Documentos conseguidos por Villarejo y otros policías habrían sido utilizados por el precedente gobierno conservador de Mariano Rajoy para ensuciar a sus oponentes políticos.
Ni el rey emérito Juan Carlos se libró. En grabaciones de Villarejo divulgadas en 2018 por dos medios españoles, la ex amante del monarca, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, declara que éste recibió una comisión en el otorgamiento de un contrato a empresas españolas en Arabia Saudita en 2011.
Y en un comunicado publicado en agosto por varios medios, Villarejo amenazó con hacer nuevas revelaciones involucrando a otras grandes empresas.