El Mundial de natación levanta el telón el viernes en Gwangju (Corea del Sur) con los clavados y la natación artística, antes de que los estadounidenses Katie Ledecky y Caeleb Dressel lideren a las estrellas de la piscina, que comienzan su actividad el 21 de julio.
Ledecky, catorce veces campeona mundial con apenas 22 años, y Dressel, que logró siete oros en el Mundial de Budapest-2017, son las atracciones de la última semana (21-28 julio), en la que será la última cita de altura antes de los Juegos Olímpicos.
A la espera de las pruebas estrella en la piscina, los aficionados podrán abrir boca con otras disciplinas.
En los clavados, además de los títulos, habrá recompensas de un billete para Tokio-2020 para los doce finalistas de las pruebas individuales (3 y 10 metros, hombres y mujeres) y para los tres dúos medallistas de las pruebas sincronizadas (3 y 10 metros, hombres y mujeres) que figuran en el programa olímpico.
«El auténtico objetivo número uno no es la medalla mundial, es la medalla olímpica», explica a la AFP el francés Benjamin Auffret, vigente campeón de Europa (2017) y cuarto en el ejercicio de 10 metros en los Juegos de Rio-2016.
Los competidores chinos, que dominan actualmente en todas las alturas (1, 3 y 10 metros), se perfilan como los grandes favoritos en los trampolines de este Mundial.
En el Mundial de 2017 se llevaron ocho de los trece títulos mundiales en juego, para un total de quince medallas. En los Juegos de Rio, un año antes, la cosecha china en los clavados fue impresionante, con únicamente un título de ocho en juego que se escapó al control del gigante asiático.
Hegemonía rusa en artística
En las aguas abiertas, cuya única distancia olímpica son los 10 kilómetros, se otorgarán en este Mundial un 40% de los billetes para Tokio (10 de 25 en cada categoría, masculina y femenina) en Yeosu, a unos 130 kilómetros de Gwangju, en el sudoeste surcoreano.
Para obtener uno hay que clasificarse en las diez primeras plazas de los 10 kilómetros, el domingo en el caso de las mujeres y el martes en el de los hombres.
Ese será el objetivo para figuras como los holandeses Sharon Van Rouwendaal y Ferry Weertman, los dos vigentes campeones olímpicos.
También tendrá esa misión la francesa Aurelie Muller, doble campeona mundial.
En la natación artística (anteriormente conocida como natación sincronizada) no habrá una gran distribución de billetes olímpicos en la piscina surcoreana.
Si en los clavados China es la gran potencia, en esta disciplina todo el favoritismo reposa sobre los hombres de Rusia, que en el Mundial de hace dos años arrasó con seis de las ocho medallas de oro en liza. Sólo se le resistieron el título del combinado libre y del dúo mixto técnico, una prueba todavía joven.
En las pruebas 100% femeninas, remontándose en el palmarés, Rusia ha logrado 33 de los 35 títulos otorgados desde 2009, por lo que ha vivido una década de reinado absoluto.
Svetlana Kolesnichenko, de 25 años, ha logrado nueve medallas de oro mundiales y es la vigente campeona mundial en cuatro pruebas (solo técnico y libre, dúo técnico y libre). Es la figura y líder del equipo ruso desplazado a Corea del Sur.
Por su parte, el waterpolo, que también arranca en el inicio del Mundial de natación, otorgará billetes olímpicos a los equipos finalistas, tanto en hombres como en mujeres.