Y Messi tiene, además, cuentas pendientes con el Real Madrid. No en vano, acumula cinco Clásicos consecutivos en los que no ha marcado, incluyendo victorias de prestigio en las que no pudo participar con goles, como el 0-4 del pasado curso en el Bernabéu. Aspecto extraño para el que sigue siendo el máximo goleador de la historia de los Barça – Madrid, con un total de 21 dianas en 32 encuentros.

Su homólogo y mayor enemigo, Cristiano Ronaldo, va fabricándose un contexto muy diferente. Marcó en cuatro de los últimos seis Clásicos, y en ocho de once en el Camp Nou, siendo incluso más letal en el feudo azulgrana que en el Bernabéu. Además, llega después de haber anotado los últimos cinco tantos ligueros del Real Madrid en la Liga, así que no puede estar más motivado de cara a intentar llevarse la victoria marcando y, de paso, dejar casi sentenciado el próximo Balón de Oro.

Pero, incluso por encima del portugués, Messi está pensando en Keylor Navas. El portero costarricense no ha recuperado todavía su mejor nivel desde que regresó de su larga lesión, que le impidió hacer pretemporada este verano. Eso lo ha notado el Madrid en momentos puntuales en los últimos dos meses, pero al mismo tiempo Leo sabe que el ‘tico’ es un portero de categoría en determinados momentos de presión, y el Clásico es uno de ellos. Nada sería peor que un resurgir del mejor Navas en el choque de este sábado, que bien podría aguarle la fiesta al argentino.

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