- La Copa del Rey se va a Barcelona, que sigue soñando con el triplete, mientras que el Real Madrid dejó escapar su mejor posibilidad para lograr algún título esta temporada.
Un mal inicio del Real Madrid y buen juego de los de Hansi Flick en el primer tiempo, dieron paso a un segundo tiempo de de infarto. Los de Ancelotti remontaron, pero no pudieron mantener su ventaja y terminaron perdiendo 3-2 en tiempos extras. Un partido de locura, digno de una final de la Copa del Rey.
Derrota en la prórroga de la finalde la Copa del Rey. El Real Madrid, después de una primera parte para el olvido, tuvo una gran segunda mitad. Remontó el espectacular tanto de Pedri en el 28’ con un lanzamiento de falta de Mbappé en el 70’ y un cabezazo de Tchouameni siete minutos más tarde.
Sin embarago, cuando parecía que llegaba la única corona de la temporada, en el 84’ marcó Ferrán Torres y llevó el encuentro a la prórroga, que decidió Koundé en el 116’ con un disparo desde la frontal.
El partido arrancó con dominio total y ocasiones del Barcelona. Raphinha sacó una falta y el testarazo de Koundé obtuvo como respuesta una gran estirada de Courtois para enviar el balón a córner. En la siguiente aproximación, a los 28 minutos, se adelantó el conjunto catalán con un disparo de Pedri desde la frontal.
El Real Madrid reaccionó y empató en el 35’ tras un gran pase de Ceballos y una mejor definición de Bellingham, pero fue anulado por fuera de juego del inglés. Y se pudo pasar del 1-1 al 2-0. Olmo sacó un córner en el 43’ y el esférico se paseó por el área hasta estrellarse en el poste.
Espectacular segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios, Mbappé sustituyó a Rodrygo y en el 49’ pudo llegar el gol del empate. Bellingham recuperó en campo contrario y puso un balón entre líneas a Vini Jr., que en su primer disparo estrelló el balón en el cuerpo de Szczęsny y en el segundo tuvo que lucirse el portero para enviar el balón a córner. Cinco minutos después, jugada personal de Mbappé, que regateó a Cubarsí con una bicicleta y no pudo superar al cancerbero en el posterior remate.
Fueron los mejores minutos de los de un Ancelotti que lucía desesperado en el banquillo. Los merengues estaban cada vez mejor sobre el césped de La Cartuja y tuvo una nueva oportunidad en el 56’, pero entre Szczęsny y Cubarsí evitaron que el disparo de Vini Jr. acabara en la red. Los de Hansí Flik no eran ni la sombra de la primera parte.
Marcan Mbappé y Tchouameni
Cosa inusual, Ancelotti hizo pronto los cambios esta vez y cambió la fisonomía del equipo con la entrada de Mbappé, Luca Modric y Arda Güler. El paso adelante Madrid dio emotividad al partido. Recuperaba muchos balones en campo contrario y en un nuevo robo, esta vez de Modrić en el 60’, el disparo lejano de Vini Jr. no encontró portería por muy poco.
El Real Madrid ya había merecido, al menos, empatar y lo hizo diez minutos después con un gran lanzamiento de falta de Mbappé al palo del portero. Todo estaba igualado, pero los de Ancelotti desequilibraron el partido en el 77’. Arda Güler sacó el córner y Tchouameni llevó el balón a la red con un espléndido testarazo.
1-2 y poco más de diez minutos por delante. Y cuando mejor estaba el Madrid llegó el empate, obra de Ferrán Torres. Estaba siendo un partidazo y se llegó a la prórroga, pese a que en el añadido Raphinha se fue al suelo tras una entrada de Asencio dentro del área y De Burgos Bengoetxea pitó penalti.
Fue avisado por el árbitro de VAR y tras observar la jugada en el monitor, anuló su decisión y amonestó al jugador azulgrana por simulación.
Prórroga
Los dos equipos llegaron muy cansados a una prórroga en la que apenas hubo ocasiones en la primera mitad salvo un disparo de Ferrán Torres en el 105’ que se marchó cruzado. Y en la segunda mitad la tuvo el Real Madrid con un centro de Arda Güler en el 113’ que se envenenó y estuvo cerca de sorprender a Szczęsny. Tres minutos después, Koundé decidió la final con un disparo desde la frontal.
Primer título para Barcelona, que sigue pensando que puede hacer el triplete. El desgaste puede pasarle factura en el juego de Champions el miércoles frente al Inter, aunque jugando en casa, están obligados a sacar un buen resultado para seguir soñando con la triple corona. Por ahora es una, la de la Copa del Rey, pero la segunda está en su bolsillo –LaLiga– y la Champions sería la guinda del pastel para Hansi Flick y sus juveniles campeones.