Las autoridades del departamento de Cuzco han anunciado el cierre indefinido de la ciudadela inca de Machu Picchu, después de que las protestas sociales en la zona hayan limitado los accesos en estos últimos días y apenas mes y medio después de que reabriese al público este enclave Patrimonio de la Humanidad.
Los manifestantes reclaman a las empresas ferroviarias una mayor frecuencia de convoyes y una rebaja en el precio de los billetes.
El Ministerio de Cultura de Cuzco ha determinado que, ante la «paralización de actividades» y para «salvaguardar la integridad de los visitantes», la ciudadela permanezca cerrada desde este lunes.
No abrirá «hasta que se restablezca la situación», según la nota oficial, en la que se plantea «reprogramar» la visita para quienes ya hubiesen adquirido los billetes.
El Machu Picchu, uno de los principales atractivos turísticos de Perú, permaneció cerrado casi ocho meses por las restricciones adoptadas para contener la pandemia de coronavirus.