El Louvre recibió 10 mil visitantes diarios en julio, o sea cuatro veces menos que lo habitual en este mes, un nivel conforme con las previsiones del museo, que destaca el éxito de sus ofertas destinadas a atraer público familiar, joven y local.
Unos 200 mil visitantes pudieron visitar tranquilamente las salas sin verse afectados por el atasco habitual frente a cuadros famosos.
Más de la mitad eran visitantes franceses. Y, en ausencia de estadounidenses y asiáticos, que siempre son los más numerosos, los europeos respondieron presente (alemanes, holandeses, belgas…).
Si el museo, que volvió a abrir el 6 de julio tras más de tres meses de cierre, experimentó como previsto una baja de frecuentación, el nivel de julio corresponde al máximo de sus previsiones.
La dirección había calculado entre 4 mil y 10 mil visitantes diarios para este verano.