Moscú, Rusia
El Kremlin negó este martes que informara a Washington de la retirada de la mayoría de su personal presente en Venezuela, contrariamente a lo que afirmó la víspera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Esto es aparentemente una referencia indirecta a informaciones de prensa porque no hubo ningún mensaje oficial de parte de Rusia y no podía haberlo», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Hay en Venezuela especialistas (rusos) que se encargan del mantenimiento de los equipos militares suministrados anteriormente. Este proceso se desarrolla según lo previsto y esto significa que no estamos al tanto de ninguna ‘retirada de personal'», prosiguió.
Trump afirmó el lunes en Twitter que Rusia le informó de que «han retirado a la mayoría de su personal de Venezuela».
Rusia envió en marzo un centenar de soldados al país sudamericano para, según ella, respaldar al presidente Nicolás Maduro ante las amenazas de Estados Unidos de usar la fuerza para obligarle a abandonar el poder.
Estos militares fueron desplegados en virtud de un acuerdo que se remonta a 2001, según el embajador ruso en Venezuela, Vladimir Zayomski.
El diario estadounidense Wall Street Journal afirmó el domingo que Rusia había reducido a «varias decenas» el número de asesores militares presentes en Venezuela para apoyar a Maduro.
El rotativo, citando a una fuente próxima al ministerio ruso de Defensa, mencionaba la presencia de un millar de soldados rusos hace algunos años.
Esta información fue desmentida por el conglomerado industrial militar ruso Rostec, que aseguró que los datos de la presencia rusa en Venezuela habían sido «exagerados decenas de veces» por el WSJ y que «la composición de los efectivos se mantiene sin cambios desde hace muchos años».
«Una decena de personas trabajan en nuestra oficina en Caracas y eso siempre ha sido así», precisó el lunes a la AFP una portavoz de Rostec.
Venezuela se enfrenta a una profunda crisis política desde que el presidente del parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamó en enero presidente interino. Desde entonces, fue reconocido por más de 50 países, incluido Estados Unidos.
Rusia, aliada de Maduro, acusa a Estados Unidos de querer dar un golpe de Estado.