El juez de la Audiencia Nacional que instruye la pieza separada ‘Pit’ del caso Tándem acordó la emisión de una Orden Europea de Investigación para requerir al banco Toduka Bank de Bulgaria información relativa a una cuenta en la que habría recibido pagos un detenido en Guatemala con el fin de comprar su silencio sobre el naviero Ángel Pérez Maura.
En esta pieza, el magistrado investiga los pagos que el comisario José Manuel Villarejo recibió para intentar frustrar la extradición a Guatemala de Pérez Maura en el año 2016, cuando ese país le reclamaba acusado de pagar una comisión de 30 millones de dólares entre 2012 y 2015 al presidente y la vicepresidenta guatemaltecos, entre otros, para garantizarse una adjudicación.
Se trataba de conseguir que la mercantil Grup Maritim Terminal de Contenedores de Barcelona S.L., a través de su filial en Guatemala Terminal de Contenedores Quetzal S.A, obtuviera de forma ilícita del Gobierno guatemalteco la adjudicación para la construcción y explotación de una terminal privada de contenedores en Puerto Quetzal.
Ahora, una vez asumidas por García-Castellón las pesquisas relativas a la parte guatemalteca, en su auto, al que ha tenido acceso Europa Press, explica que uno de los implicados, Juan José Suárez Messeguer, detenido en Guatemala en abril de 2016, asumió su responsabilidad pero siempre apuntando que no era el único implicado.
Tras esta detención, Pérez Maura llega a «un pacto de apoyo económico» a Suárez en el que se implica activamente una tercera persona que hace las veces de intermediario, José Jiménez Molina, al que el magistrado cita ahora como investigado en la causa por un prsunto delito de cohecho internacional.
La carta del millón de dólares
Según el auto, Jiménez llegó a ordenar en un inicio varias transferencias bancarias a cuentas de la esposa del detenido, Alejandra Ochoa por orden de Ángel Pérez Maura. Pero ese acuerdo se torna insuficiente para el preso, y en octubre de 2016 redacta una misiva para el naviero en el que exige una «justa indemnización» para no implicarles en los hechos por los que está en la cárcel.
Tras una primera respuesta de indignación ante el chantaje, Pérez Maura un año después retoma la negociación y acuerda una donación de un millón de dólares, según queda reflejado en un documento intervenido en el registro de las oficinas del naviero. Para cobrar esa cantidad, Alejandra Ochoa viajó a Sofía (Bulgaria) donde constituyó una sociedad y abrió una cuenta para recibir esa donación.
Por eso el magistrado quiere poder tener acceso a esa cuenta y a todos los movimientos que haya registrado entre el 21 de mayo de 2018 y el 1 de enero de 2021, ya que quiere tener evidencia de que ese dinero llegó a la cuenta de la sociedad creada por la mujer de Suárez.