La Federación de Fútbol Australiano (AFL) anunció haber alcanzado un acuerdo con los jugadores para reducir sus salarios hasta en un 70%, para garantizar la supervivencia de este deporte en tiempos de confinamiento debido al coronavirus.
El deporte más popular en el país, que puede llegar a congregar multitudes de hasta 100 mil aficionados, suspendió la temporada la semana pasada después de su primera jornada.
Varios altos cargos afirmaron que era la peor amenaza para el deporte creado en 1896.
Ante el riesgo de perder el dinero de las transmisiones televisadas de los partidos, de los patrocinadores o de la venta de entradas, los jugadores, algunos de los cuales ganan más de un millón de dólares australianos (552.000 euros, 616.000 dólares) por temporada, aceptaron los recortes salariales.
En virtud del acuerdo alcanzado el viernes entre la AFL y la asociación de jugadores, estos últimos percibirán el 50% de sus salarios a finales de mayo y solo el 30% si se prolonga la suspensión del campeonato más allá de esta fecha.
Incluso si se reanuda el campeonato a los jugadores solo se les pagará la mitad de su salario habitual.
«Los jugadores siempre han sido conscientes de la gravedad de la situación y han aceptado recortes salariales importantes para mantener funcionando la industria» del fútbol australiano, declaró el director de la AFL, Gillon McLachlan.
El fútbol australiano se juega principalmente con el pie con una balón ovalado y enfrenta a dos equipos de 18 jugadores en un estadio ovalado o en un campo de críquet.