El festival de cine de Toronto, el mayor de Norteamérica, se suma a la onda virtual impuesta por la pandemia del nuevo coronavirus, obligando a grandes celebridades a presentar sus filmes en forma remota.
La mayor ciudad de Canadá, que mantiene sus fronteras cerradas por el virus, recibe normalmente medio millón de asistentes, entre alfombras rojas repletas de celebridades y estrenos de una diversa gama de películas, entre las muy posibles competidoras al Óscar y producciones independientes en busca de una distribuidora.
- Este año las propias estrellas no estarán en la lista de invitados del festival (TIFF), que comienza el 10 de septiembre.
- Solo los amantes del cine que ya viven en Toronto podrán asistir a unos 50 estrenos en autocines
- y a proyecciones con distanciamiento social
- muchísimas menos que las 300 cintas que normalmente se presentan en la cita canadiense.
Charlas
Pero los organizadores no tiran la toalla y tienen previstas presentaciones con leyendas como Martin Scorsese, Anthony Hopkins, Nicole Kidman y Kate Winslet, que participarán en galas y charlas virtuales, como parte de este formato «virtual» que arranca el jueves.
«Queríamos hacer el festival, era importante para nuestra audiencia y pensamos que necesitamos un poco de inspiración y arte para ofrecer», dijo a la AFP el cojefe del evento, Cameron Bailey.
«También está el hecho de que el negocio de la industria cinematográfica –la compra y venta de películas que ocurre en nuestro festival y en otros también– debe continuar».
Proyecciones simultáneas
Varios de los grandes festivales de cine fueron cancelados este año, incluido el glamoroso Cannes y el elitista de Telluride en Colorado.
Toronto busca colaborar con otros festivales del otoño boreal, como el de Venecia, que está desarrollándose, y el próximo de Nueva York, para promover conjuntamente películas en una era difícil para la industria tras el parón forzado por la pandemia.
Proyecciones de la película «Nomadland», protagonizada por Frances McDormand, se harán «casi simultáneamente» el viernes en Toronto y Venecia -que normalmente compiten por estrenos mundiales-, indicó Bailey.
«No tenía sentido ser competitivo este año, con tanto en juego», dijo, calificando de «historia maravillosa» la cinta sobre unos ancianos que vagan por el Medio Oeste de Estados Unidos en busca de trabajos de temporada y que presenta «ciertamente una de las mejores actuaciones que he visto en todo el año».
Otros títulos que seguramente serán protagonistas de la próxima temporada de premios y que se presentan en Toronto incluyen el romance lésbico del siglo XIX «Ammonite», de Winslet; el drama familiar neowestern de Idris Elba «Concrete Cowboy», y la adaptación de la obra de teatro racial de Regina King «One Night in Miami».
Winslet recibirá el segundo premio anual honorífico del festival junto con Anthony Hopkins -cuyo aclamado drama sobre la demencia «The Father» también se proyecta en Toronto- y la prometedora directora de «Nomadland», Chloe Zhao.
Resonancia
El TIFF se considera una importante catapulta a la gloria del Óscar. Ganadores recientes como «Greenbook» y «La forma del agua» se llevaron la máxima estatuilla de la Academia, tras ganar en Toronto.
El año pasado, la sátira nazi de Taika Waititi «Jojo Rabbit» recibió un gran impulso al ganar el premio de la audiencia del festival.
Recibió seis nominaciones a los Óscar, ganando una estatuilla por mejor guión adaptado.
El festival abre este año con el más reciente filme de Spike Lee, una adaptación de la obra «American Utopia» de David Byrne, que aborda temas como la brutalidad policial y el racismo contra los negros.
Lee «ha sido un artista muy vocal sobre estos temas a lo largo de los años… pero parece que este año en particular, lo que ha estado diciendo durante décadas está resonando en mucha más gente», dijo Bailey.
El TIFF se llevará a cabo hasta el 20 de septiembre.