El técnico francés prepara muchas cosas para la final de la Champions League, pero entre ellas, un detalle de éxito difícil de creer.
Todavía quedan muchos entrenamientos antes de la esperadísima final de San Siro entre elReal Madrid y el Atlético, pero la ausencia de partidos para ambos equipos está provocando que se analice la actualidad de cada uno al más mínimo detalle. Cada entrenamiento, cada ejercicio… y en el conjunto blanco está destacando la meticulosidad con la que Zinedine Zidane está preparando el choque. El francés, que sólo ha perdido dos partidos desde que pasó a ser primer entrenador del equipo, uno de ellos ante los rojiblancos, sabe que el Atlético de Madrid representa, a día de hoy, el rival más temible y complicado que los blancos puedan tener en frente. Mucho más que el Barça. Por diversos motivos, este Atleti del Cholo Simeone se ha convertido en una especie de Bestia negra.
Una bestia negra con excepciones. La final de Lisboa fue una, aunque estuvo a escasos segundos de convertirse en pesadilla. Por eso, y porque el 0-1 del Bernabéu dejó al francés más tocado que nunca al principio de su etapa en el Madrid, Zizou tiene un plan específico para que no se le escape absolutamente nada en esta nueva final. Sabe que Simeone es un maestro en lo táctico y que contará con la experiencia de hace dos años. Y es consciente de que la gran virtud que está teniendo este Atlético de Madrid es que aprovecha en un 200 por ciento cada fallo de su rival. Así que no puede haberlos.
Pero lo que muy pocos esperan para el próximo 28 de mayo en San Siro es lo que el técnico galo le está inculcando a sus futbolistas esta semana. Zidane, que terminó muy enfadado aquella tarde de finales de febrero en la que el Bernabéu terminó pidiendo a gritos la dimisión de Florentino Pérez, repite ahora aquello de lo que se quejó (por su ausencia) en ese encuentro:Intensidad. «En un partido como este hay que hacer más. Correr más, meter más la pierna… Contra el segundo, hay que hacer más. Había que correr más, no les tienes que dejar entrar en el partido y ellos entraron». El plan de Zidane para la final es que el Madrid sea tan intenso físicamente y en la presión como el Atlético.
«Que nadie nos gane en intensidad», es la frase que el preparador le está repitiendo a los suyos, según podemos leer en MARCA. Es curioso, porque el guión del choque dibuja a un Real Madrid llevando el peso del partido a través de la posesión y la calma, y a un Atlético cerrado atrás y presionando fuerte, esperando alguna ocasión al contragolpe. Pero Zidane sabe que con Casemiro y sin James ni Isco en el once su equipo tendrá que ser más directo. Pierde elaboración para atacar al Atlético de una forma más parecida a como lo hacen los colchoneros, por lo que ganar en los balones altos, los rechaces y las segundas jugadas y en la presión se antoja clave. Y para esto hace falta intensidad.
Así pues, podríamos ver una final tremenda desde el punto de vista de la pizarra, con dos auténticos estrategas que muevan con precisión sus piezas de ajedrez. El choque puede ser muy distinto a como muchos imagibaban… o imaginan.