Michael Cohen, quien fuera durante diez años responsable de los arreglos personales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció esta pasada noche que testificará contra el mandatario y su familia en relación a «malas conductas» no especificadas.
«Me han pedido y he aceptado cooperar con varias agencias gubernamentales para dar testimonio sobre las malas conductas de Trump y su familia», comunicó Cohen a través de su cuenta de Twitter.
«Estoy haciendo esto en gran parte porque Trump y su familia han intentado, y afortunadamente fracasado, destruir la democracia de Estados Unidos», añadió Cohen, en relación al asalto contra el Capitolio del pasado miércoles llevado a cabo por simpatizantes del mandatario, a quien la oposición demócrata ha acusado de alentar a la insurrección.
A este abogado, inhabilitado, de 53 años, lo sentenciaron en 2018 a tres años de prisión en el estado de Nueva York tras declararse culpable de varios delitos, incluido falso testimonio ante el Congreso de Estados Unidos y violar las leyes de financiación de campañas.
El último involucró pagos de «dinero secreto» a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels, realizados por el propio Cohen en nombre de Trump, según el abogado.
El «fontanero» de Trump
Cohen trabajó para Trump durante más de una década y a menudo se lo describió como el «fontanero» de Trump hasta que se produjo una ruptura entre ellos. El abogado acabó realizando serias acusaciones en su contra en los tribunales y en el Congreso.
En mayo del año pasado le ofrecieron libertad de la prisión federal para confinamiento domiciliario, luego devuelto a prisión y vuelto a poner en libertad dos semanas después. Se espera que cumpla el resto de su condena bajo arresto domiciliario.