El duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, abandonó este martes el hospital del centro de Londres en el que se encontraba internado, un mes después de un ingreso que ha coincidido con una de las épocas más convulsas de la familia real británica.
El príncipe Felipe, de 99 años, llegó al hospital el 16 de febrero, después de una indisposición de la que apenas han trascendido detalles –oficialmente solo se ha confirmado que no se debió a la COVID-19–. Una vez ingresado, fue operado con éxito de un problema cardiaco preexistente, según el Palacio de Buckingham.
Las 28 noches que ha pasado el marido de Isabel II en el hospital están consideradas ya el ingreso más prolongado del duque de Edimburgo, según la cadena BBC.
Durante este periodo, la monarquía británica se ha convertido en foco de nuevo por sus problemas familiares, después de que el príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, denunciasen en una entrevista televisada en Estados Unidos un supuesto trato discriminatorio hacia ellos e incluso situaciones de racismo.