La consternación se apodera de los jóvenes transgénero en Estados Unidos, pues varios estados podrían prohibrles recibir tratamiento hormonal o quirúrgico.
Dakota del Sur abrió esa posibilidad a fines de enero, cuando la Cámara baja de la legislatura estatal aprobó un proyecto de ley que establece penas de prisión de hasta un año para cualquier médico que brinde esa clase de tratamientos a menores de 16 años.
Fred Deutsch, impulsor republicano de la medida, lo describió como «un proyecto de ley para prevenir la esterilización y otros daños médicos contra los niños que se sienten atrapados en su propio cuerpo».
Al argumentar a favor de la propuesta, consideró que la idea de un menor de que pertenece al sexo opuesto es en realidad un «sentimiento y todos sabemos que los sentimientos pueden cambiar».
La iniciativa despertó una fuerte oposición, por lo que fue archivada por un comité del Senado.
Pero Carolina del Sur, Florida, Misuri, Colorado, Illinois, New Hampshire y Kentucky están considerando medidas similares.
«Hay claramente una tendencia que ataca a los jóvenes trans en todo el país. Esperamos que la derrota de esta legislación en Dakota del Sur le ponga fin», dijo Susan Williams, madre de un niño transgénero que fundó una organización llamada The Transformation Project para ayudar a los padres que enfrentan el problema.
«Lo que está en juego es nada menos que la capacidad de nuestros hijos de vivir libres de discriminación, obtener la atención médica que necesitan y salir adelante», dijo a la AFP.
«Consenso médico»
Jack Drescher, profesor de psiquiatría de la Universidad de Columbia, repudia la tendencia como «una intrusión de la política en las decisiones médicas», contraria al «consenso médico».
Según dice, los médicos están de acuerdo en que se necesitan respuestas sociales y no médicas para tratar a los niños transgénero de hasta 10 años, por ejemplo, permitiéndoles vestirse con ropa neutral o del sexo opuesto.
«Cuando se acercan a la pubertad, pueden tener ataques de pánico o pensamientos suicidas porque su cuerpo está cambiando de una manera que no les gusta. Podemos tratar de darles más tiempo con los bloqueadores de la pubertad», dijo.
Esos tratamientos pueden retardar la menstruación en niñas y el crecimiento del vello en niños, pero el cuerpo volverá a desarrollarse una vez que se detenga el tratamiento.
A los 16 años o, en casos excepcionales, a los 14, los médicos pueden proponer un tratamiento hormonal irreversible en los jóvenes que desean hacer la transición: estrógeno para el crecimiento de los senos o testosterona para engrosar la voz.
La cirugía generalmente se realiza después de los 18 años. Por lo tanto, el mayor impacto de las leyes propuestas sería limitar el acceso a los bloqueadores de la pubertad.
Un estudio publicado el mes pasado en el diario de la Academia Estadounidense de Pediatría encontró que esos tratamientos reducen el riesgo de suicidio entre los jóvenes transgénero.
«Intrusión»
En cuanto a los tratamientos hormonales más pesados, Jack Turban, psiquiatra residente de la Escuela de Medicina de Harvard, dice que «se administran solo después de conversaciones reflexivas entre el paciente, la familia y el médico».
«La legislación que pone estas decisiones en manos del gobierno en lugar de las familias y los médicos es peligrosa», advirtió.
Y sugirió: «Los legisladores del estado necesitan educarse sobre estos jóvenes y su atención médica antes de introducir una legislación que los perjudique».
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) ve los proyectos de ley como parte de una campaña religiosa más amplia que buscó prohibir a las personas transgénero el uso de baños públicos según su elección.
«En algunos aspectos fundamentales, en última instancia, se trata de debates sobre si las personas transgénero deberían existir», dijo Chase Strangio, especialialista sobre en el tema en la ACLU.
«La última ronda de legislación propuesta nos dice que algunas personas no creen que debamos» existir, agregó.
«No es sobre hormonas, es más grande que eso», coincidió Amy Rambow, madre de un niño transgénero, en diálogo con la cadena NBC.