Desestimada durante mucho tiempo por la mayoría de los expertos, considerada altamente improbable sino descabellada, la idea de que la pandemia de COVID-19 se originó en un accidente de laboratorio chino volvió a tomar fuerza en las últimas semanas en Estados Unidos.
«La lista de personas que apoyan la tesis de un origen animal no se ha movido. Y la de personas que sugieren que [el virus] pudo haber salido de un laboratorio siguió creciendo», resumió para la Deutsche Welle Scott Gottlieb, respetado exjefe de la Agencia Estadounidense de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) a la cadena CNBC.
«Hace un año» apoyar la hipótesis de los animales «tenía mucho sentido porque era el escenario más probable», explicó. Pero lo que se denomina «el huésped intermedio», es decir, el animal del cual se transmitió el virus a los humanos, aún no se ha descubierto. «Y no porque no se lo haya buscado», añadió.
«La pregunta, para muchas personas, es, ¿cuándo las coincidencias son demasiadas?», señaló, indicando una creciente cantidad de «evidencia circunstancial».
Investigadores de Wuhan con síntomas compatibles con los de COVID-19
El domingo, el diario The Wall Street Journal afirmó haber tenido acceso a información de inteligencia estadounidense no publicada, informando que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan –la ciudad en China donde primero se reportó el nuevo coronavirus– habían sufrido ya en noviembre de 2019 «síntomas compatibles tanto con los de COVID-19 como de una infección estacional», y que habrían requerido ser hospitalizados.
China reveló la existencia de un brote de casos de neumonía en Wuhan a fines de diciembre, el mes siguiente, a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pekín ha negado la información del Wall Street Journal, calificándola de «totalmente falsa».
«Hay que llegar al fondo, sea cual sea la respuesta, y es una prioridad para nosotros», dijo Andy Slavitt, asesor de la Casa Blanca para la lucha contra el COVID-19. «Necesitamos un proceso completamente transparente de China y la OMS para ayudar en esto», insistió.
Wuhan: estudio conjunto de expertos de la OMS y China
Después de una estadía de cuatro semanas en Wuhan a principios de este año, un estudio conjunto de expertos de la OMS y China dictaminó en marzo que era «extremadamente improbable» que la difusión del virus se tratara de un incidente de laboratorio.
Pero el propio jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió una nueva investigación sobre la hipótesis de la filtración del laboratorio. Varios países, incluido Estados Unidos, expresaron sus «preocupaciones» y pidieron a China que otorgue «pleno acceso» a sus datos.
El lunes hubo una solicitud renovada con motivo de la 74ª Asamblea Mundial de la Salud. Y los pedidos de investigaciones adicionales crecen, incluso dentro de la comunidad científica.
Artículo en la prestigiosa revista Science
A mediados de mayo, una quincena de expertos publicó un artículo en la prestigiosa revista Science en el que afirmaron: «Necesitamos más investigaciones para determinar el origen de la pandemia».
Las teorías del origen animal o accidental en el laboratorio «ambas siguen siendo viables», escribieron, pero «no se les ha dado una consideración equitativa».
Ambas «deben ser consideradas seriamente hasta que tengamos suficientes datos», dijeron, pidiendo a «las agencias de salud pública y los laboratorios de investigación que abran sus datos al público».
Determinar cómo el virus que se ha cobrado más de 3.4 millones de vidas en todo el mundo se transmitió a los humanos se considera crucial para tratar de prevenir la próxima pandemia.
En Estados Unidos, la hipótesis de una filtración del virus del laboratorio chino hasta ahora había sido impulsada principalmente por la administración de Donald Trump.