- Alianza opositora vuelve a mostrar su fuerza frente al bloque oficialista, que pierde ampliamente la votación; complicada situación del Gobierno para enfrentar crisis
En una sesión que reflejó la polarización política actual, el Congreso de la República de Guatemala no aprobó la propuesta del Ejecutivo de declarar el estado de calamidad en el país. La medida, impulsada por el presidente Bernardo Arévalo buscaba enfrentar las emergencias derivadas de las recientes inundaciones y desastres naturales que han afectado diversas regiones del país.
En una tensa y prolongada sesión, la alianza opositora rechazó ayer, 11 de julio, la solicitud del presidente Arévalo. La medida, presentada por el Ejecutivo, buscaba enfrentar las emergencias derivadas de las recientes inundaciones y desastres naturales que han afectado varias regiones del territorio guatemalteco.
El estado de calamidad requería la aprobación de una mayoría simple en el Congreso, pero no logró obtener los votos necesarios. La propuesta del presidente Arévalo fue apoyada principalmente por los legisladores del partido oficial, Movimiento Semilla, pero encontró una fuerte resistencia entre la oposición, que cuestionó fuertemente la medida, demandando «mayor transparencia» en el uso delos recursos públicos.
Durante el debate, que se prolongó por varias horas, los diputados discutieron los méritos y riesgos de declarar el estado de calamidad. Aquellos a favor argumentaron que la medida era esencial para movilizar recursos de manera rápida y eficiente, y para garantizar la seguridad de las comunidades afectadas por los desastres naturales. Por otro lado, los opositores señalaron preocupaciones sobre posibles abusos de poder y la falta de claridad en la administración de recursos durante estados de excepción anteriores.
Finalmente, la votación resultó con 95 votos a favor de la improbación y 38 votos en contra, lo que mostró una fuerte debilidad del grupo oficialista y los que le apoyan.
El presidente Arévalo, visiblemente decepcionado por el resultado, afirmó anoche que su administración continuará explorando otras vías para atender las necesidades de las comunidades afectadas y garantizar la ayuda necesaria. Hizo un llamado a la colaboración y al diálogo entre los distintos poderes del Estado para enfrentar los desafíos que presenta la situación actual.
Las fuerzas de la oposición aplaudieron la decisión del Congreso, insistiendo en la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de recursos. Por su parte, representantes del gobierno expresaron su preocupación por las limitaciones que esta decisión impone en la capacidad de respuesta ante futuras emergencias.
El rechazo del estado de calamidad subraya las tensiones políticas en Guatemala y plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para gestionar crisis en un contexto de desconfianza y fragmentación política. En los próximos días, se espera que el Ejecutivo presente nuevas propuestas para enfrentar las emergencias, mientras el Congreso y la sociedad civil siguen atentos al desarrollo de los acontecimientos.
Los analistas consideran que lo sucedido ayer en el Congreso refleja la poca capacidad del gobierno de Arévalo para operar políticamente ante una alianza opositora que le muestra gran fuerza, no solamente en el Congreso, sino también en el sistema de justicia.