El 1 de octubre de 2015, hace exactamente un año, 280 personas fallecieron al quedar soterradas 76 viviendas en el lugar conocido como Cambray II. Hoy, 12 meses después, las más de 181 familias damnificadas siguen sin recibir la varias veces prometida vivienda y el subsidio ofrecido por las autoridades. Para ellos, la tragedia continúa.
El entonces presidente Alejandro Maldonado Aguirre se comprometió públicamente a construir un nuevo complejo de viviendas en un lugar mal seleccionado, al que se llamó Querida Familia en la inauguración de las obras. El ex mandatario no fue capaz de cumplir la promesa y a la fecha el complejo se encuentra paralizado por situaciones jurídicas que se han planteado.
Maldonado llevó a dicha inauguración al entonces presidente electo Jimmy Morales, quien compartió así la responsabilidad de sacar adelante el proyecto. Tampoco eso fue significativo.
Dos alcaldes de Santa Catarina Pinula, en donde se encontraba El Cambray II, están ligados a proceso penal por su negligencia. Ellos son Antonio Coro, ex alcalde, y el actual jefe edil, Víctor Alvarizaes. A ambos se les sigue proceso por no haber tomando en consideración las recomendaciones que CONRED hizo en su momento y que pudieron evitar aquella tragedia.
Los diferentes Estados de Calamidad que han dictado los diferentes gobiernos en casos de desastres naturales han servido de poco para atender a las víctimas, aunque siempre se aprovechan las ventajas de hacer compras y contrataciones sin licitación o cotización, lo que promueve la corrupción.
Una de las empresas contratadas por la administración de Maldonado Aguirre, la constructora Inpro S.A. reclama pagos por los primeros trabajos realizados y un proceso judicial ha detenido el proyecto de Querida Familia, el cual fue señalado en su momento de haberse iniciado sin cumplir los requisitos básicos de hacer estudios de impacto ambiental, entre otros.