Brasil llega al sorteo del Mundial de Rusia 2018 con una confianza renovada gracias a un ataque temible liderado por Neymar, a una defensa sólida y a Tite, su entrenador, apoyado por hinchas y jugadores.
Brasil fue el primer clasificado en las eliminatorias sudamericanas y terminó el certamen con diez puntos de ventaja sobre Uruguay, segundo en la tabla.
Sin embargo, cuando Tite tomó las riendas de la Seleção, en junio de 2016, el futuro se presentaba sombrío para el pentacampeón sobre el que planeaba su traumática eliminación frente a Alemania, por 7 goles a 1, en las semifinales de 2014 en Belo Horizonte.
Bajo el mando del cuestionado Dunga, la ‘Canarinha’ estaba en sexta posición de las eliminatorias, tras seis partidos, fuera de la zona de clasificación.
Pero el efecto Tite fue fulgurante. Transfigurado, el equipo retomó la tradición del buen fútbol y sus figuras descollaron al servicio de la creación colectiva.
De los doce partidos restantes, Brasil ganó diez y empató dos. Marcó 30 goles y encajó solo tres.
– Un tridente de fuego –
Al exentrenador del Corinthians no le hizo falta cambiar el plantel, pero la historia ya no fue la misma.
«Tite no es un entrenador como Guardiola, con grandes ideas innovadoras, pero es el mejor técnico brasileño en la actualidad», afirmó Mauro Cézar Pereira, comentarista de la cadena televisiva ESPN Brazil.
«Contrariamente a lo ocurrido hasta ahora, Tite está en sintonía con el fútbol moderno y supo reorganizar rápidamente al equipo. Esta no es la mejor generación de la historia, pero tenemos buenos jugadores», agregó.
Brasil cuenta con un tridente de fuego en ataque: Gabriel Jesús como centrodelantero, flanqueado por Neymar y Philippe Coutinho, aunque Tite los deja moverse como electrones libres.
El joven Gabriel Jesús -que disputa con el argentino Sergio Agüero el rango de goleador del Manchester City- fue el máximo anotador brasileño de las eliminatorias, con siete dianas, a los que sumó cinco asistencias.
Neymar y Coutinho viven momentos opuestos.
‘Ney’, convertido a los 21 años en máxima estrella de la Seleção, hizo saltar el mercado con su traspaso del FC Barcelona al París Saint Germain, por 222 milones de euros.
Coutinho, de 25 años, enfrenta un momento complicado, entre lesiones y un traspaso frustrado del Liverpool al Barça.
Neymar tiene que lidiar sin embargo con una reputación de chico caprichoso. En los últimos partidos con Brasil se mostró irritable y recibió seis tarjetas amarillas en catorce partidos de las eliminatorias.
El 10 de noviembre desmintió con lágrimas en los ojos, en una conferencia de prensa junto a Tite después de un amistoso contra Japón en Lille (norte de Francia), versiones sobre tensiones con el uruguayo Edinson Cavani en el PSG.
«Neymar me parece muy inmaduro para esta etapa de su carrera y eso es peligroso», porque «en la Copa del Mundo todos van a querer provocar a Neymar para desestabilizarlo y él muerde fácilmente el anzuelo», advierte Mauro Cézar Pereira.
– ‘Rompecabezas’ –
Tite cuenta con una línea defensiva sólida, con Miranda-Marquinhos en el centro y los experimentados y talentosos Marcelo y Dani Alves por las bandas. Y se puede dar el lujo de dejar a Thiago Silva en el banquillo.
En el medio campo, están afianzados Paulinho, que acalló las críticas y se impuso en el Barça, y Casemiro, indispensable en el Real Madrid.
Renato Augusto, que juega en China, deberá en cambio batallar para asegurar su puesto frente a Fernandinho, regularmente elogiado por Guardiola en el City.
Bajo los tres palos, Alisson, por fin titularizado en el Roma después de una temporada de suplente, parece tener su lugar asegurado, aunque con poca ventaja frente a Ederson, otro ‘Citizen’.
Tite parece saber ya con quién irá a Rusia, pero no afloja la presión.
«Cada vez que nos convoca, nos dice que fue un verdadero rompecabezas y que hay que seguir dándose a fondo en cada club», contó Neymar después del último partido de la Seleção, que se saldó con un empate sin goles frente a Inglaterra en Wembley.