El minúsculo bebé de oso panda cuyo nacimiento el lunes hizo las delicias de los japoneses y las portadas de gran parte de sus medios de comunicación parece gozar de buena salud, informó este martes el zoo Ueno de Tokio.
Su madre, Shin Shin, una osa de 11 años y 110 kg de peso, que se encuentra al resguardo de las miradas y del ruido, mantenía este martes constantemente pegado a su cálido pelaje al dimunito recién nacido, cuyo peso fue estimado tras su alumbramiento en 150 gramos.
«Parece gozar de buena salud porque con regularidad oímos sus pequeños gritos», declaró el director del zoológico, Yutaka Fukuda.
Los responsables del parque afirmaron que todavía no pueden determinar el sexo, el peso ni el tamaño del pequeño panda, que no se separa de su madre.
Estos úrsidos de pelaje negro y blanco, cuando llegan al mundo son de color rosado, no tienen pelo y pesan unos 100 gramos.
Los trabajadores del zoo intentan saber ahora si el pequeño toma la leche de su madre.
Mientras tanto, una «pandamanía» se ha apoderado de Tokio.
Unos grandes almacenes decoraron su tejado con globos en forma de panda. Cerca del zoológico hacían furor los pasteles y otros dulces con los colores o la forma del animal.
Las calles circundantes fueron decoradas con pancartas que rezaban «Felicidades bebé panda».
Una cadena de restaurantes chinos, cuyo local principal se encuentra cerca del parque Ueno, vio el lunes sus acciones dispararse un 38% ante la esperanza de que aumenten considerablemente sus clientes.
Este bebé, que aún no tiene nombre, es el primer panda gigante que nace en este zoológico desde hace cinco años, tras el nacimiento del pequeño Shin Shin en 2012, una primicia en Ueno en 24 años. Pero el júbilo entonces duró poco: murió de neumonía seis días después. El director del zoo de la época no había podido contener las lágrimas.
kh-uh/glr/acc/age
© Agence France-Presse