- La pretemporada del campeón de Liga, Barcelona, va viento en popa y luego de su aplastante triunfo 7-3 contra el FC Seúl demostró que su maquinaria sigue aceitada con un imperial Lamine Yamal gustanto a los ojos del mundo.
Barcelona dominó el encuentro desde el inicio. Tras un disparo al poste, Lewandowski aprovechó el rebote para abrir el marcador (m. 8). Solo seis minutos después, Yamal marcó el 0‑2 con un zurdazo magistral desde la frontal (m. 14), después de una recuperación intensa y regates en velocidad.
FC Seoul reaccionó con dos goles antes del descanso: el primero tras una pérdida de Yamal y una carencia en la línea defensiva del Barça, y el segundo en un fallo colectivo sin VAR que permitió el empate 2‑2
Andreas Christensen anotó al minuto 56 y es uno de los que peleará por ser titular el el Barsa.
Sin embargo, al filo del descanso, Yamal volvió a adelantarse (m. 45+3) tras una asistencia de Dani Olmo, dejando el 2‑3 que dio tranquilidad antes del descanso. En la segunda mitad, Barcelona renovó con todos los titulares, y añadieron goles de Christensen, Ferran Torres (doblete), y Gavi, sellando el 3‑7 final.
El amistoso confirmó que, aunque el equipo necesita afinar la coordinación defensiva, especialmente en la línea de fuera de juego, la superioridad ofensiva es clara. Yamal revalidó su estatus como la principal figura de la gira, confirmando que el número 10 no es una carga, sino una responsabilidad que abraza con ambición.
Actuación de Lamine Yamal
Dos goles clave en la primera parte, incluyendo el primero con su nuevo dorsal 10, confirmando su estatus emergente.
Protagonismo constante: recuperaciones, desequilibrio y presión alta constante. Se le vio moviéndose con verticalidad y visión de juego.
El más peligroso del Barça en los primeros 45 minutos, tanto en generación como definición. Pese al error que originó el primer gol de Seúl, su impacto fue abrumador.
Su desempeño fue destacado por la prensa internacional como una demostración de liderazgo precoz y talento superlativo e incluso provocó una respuesta entusiasta entre los aficionados coreanos, que lo aclaman como estrella emergente.