«El Liverpool nos puso precio de 200 millones de euros y con este precio, decidimos retirarnos», afirmó Soler en una rueda de prensa, en la que estuvo acompañado por el secretario técnico, Robert Fernández.
El Barcelona intentó hasta el viernes, último día de mercado en España, la incorporación del brasileño, pero consideró exagerada la cifra exigida por el club inglés.
«Si no pagamos 200 millones por un jugador es porque consideramos que no es equilibrante con la situación patrimonial del club», se justificó Soler, asegurando que «la principal línea en la que hemos gestionado este mercado ha sido la de no poner en riesgo el patrimonio y la economía del club».
Preguntado, en ese sentido, por los 145 millones de euros en fijo y variables que el Barça pagó por el francés Ousmane Dembelé, de 20 años, al Borussia Dortmund, Soler afirmó que «es un fichaje de presente y de futuro. Te permite construir y es una apuesta de futuro».
«Teníamos que fichar algún jugador para poder suplir a Neymar», explicó Soler, para el que «después de los 200 millones de euros que nos pedían por un jugador, era una apuesta buena».
«Por encima de todos priorizamos la parte deportiva, pero luego está lo que influye en la viabilidad económica y el equilibrio del club», añadió Soler, quien admitió que la salida de Neymar pagando su cláusula de rescisión de 222 millones de euros les debilitó a la hora de negociar en el mercado estival.
«Como sabían que tenías dinero, las peticiones que te hacían eran desorbitadas», aseguró Soler en una comparecencia para explicar los movimientos del club en el mercado de fichajes.
El directivo azulgrana se quejó de la inflación del mercado y el cambio que se está produciendo en el mismo.
«Hablar de 100 millones hace dos años era una barbaridad, el año pasado el fichaje de Pogba ya supuso un punto y aparte, pero lo que ha sucedido en el mercado de este año nos trae a las puertas de lo que sería un formato nuevo del fútbol completamente distinto», consideró Soler.
«Estamos acostumbrados a ver a los clubes tradicionales como principales actores, hoy en día esto no es así, y ahora lo son los países, los fondos de inversión, los multimillonarios, pero sobre todo la intervención de países como agentes principales del mundo del fútbol», afirmó Soler.
El directivo barcelonista parecía apuntar a los movimientos de clubes como el PSG y el Mánchester City y mostró su satisfacción por la decisión de la UEFA de abrir una investigación sobre el equipo parisino.
«La UEFA suele valorar el ‘fair- play’ financiero a final de temporada y esta vez lo ha hecho ahora. Está claro que algo está cambiando», concluyó Soler.